Recientemente el Presidente de la República designó como Director Ejecutivo de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales al Dr. Pedro Luis Castellanos. La SISALRIL, como mejor se conoce por sus siglas, bautizada así por el Dr. Bernardo Defilló, quien fuera su primer superintendente, necesitaba de una persona que trate de hacer una reingeniería en la institución y reformar las relaciones con las ARS, hospitales públicos y privados, y los asegurados. El Presidente Medina hizo una excelente selección al escoger al Dr. Castellanos para la SISALRIL.
Pedro Luis es venezolano de nacimiento, epidemiólogo de profesión y dominicano de corazón. Trabajó durante veinte años consecutivos en la OMS/OPS, donde ocupó varios puestos de importancia, entre los que mencionaremos: Jefe de Epidemiología para el Continente Americano, con sede en Washington, D. C. y finalizó su carrera en esa institución como representante de la OPS en Guatemala.
Laboró durante muchos años en el país para la OPS, tiempo durante el cual formó una hermosa familia, afianzando sus raíces en la República Dominicana. Ha tenido relaciones con todos los sectores de salud en el país, y conoce muy bien los problemas de salud nuestro. Fue uno de los actores del proceso de creación de la nueva Ley General de Salud y de la ley que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
En tan poco tiempo como superintendente de SISALRIL ya ha tenido reuniones con las ARS tanto públicas como privadas para escuchar las opiniones de ese sector sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social. Asimismo, se ha reunido con la Asociación de Hospitales Privados; con profesionales de la medicina de distintos hospitales públicos y privados que hacen opinión pública sobre la situación de salud nacional, y de acuerdo a lo conversado con él, tiene programado reuniones con el Colegio Médico Dominicano, Sociedades Especializadas y otros sectores involucrados en el área de la salud.
Nuestra conversación fue muy esperanzadora porque coincidimos en la necesidad de establecer por parte del Ministerio de Salud Pública, los protocolos de atención para uniformizar y racionalizar los gastos por atenciones a la salud de las personas. Además la instalación electrónica de información de los asegurados que buscan atención de los médicos y clínicas para que sea la SISALRIL la que decida cuáles prestaciones tiene derecho el asegurado y no como hasta el presente, que lo deciden las ARS.
Por otro lado, estuvimos también de acuerdo que sea a través de los diagnósticos y lo establecido por los protocolos que se deben ajustar las tarifas a los prestadores de hospitales y profesionales y no como en el presente, en que cada acción tiene un valor. Además, actualizar el Plan Básico de Salud con los procedimientos modernos que existen hoy día.
Coincidimos en que se debe conversar con la directora de PROMESE-CAL para ampliar la lista de medicinas de consumo masivo y de tratamientos de enfermedades crónicas, ya que hay que abaratar los precios de las mismas.
Era hora que la SISALRIL tomara el liderazgo en el ordenamiento de la atención a la salud de los asegurados y riesgos laborales para que la seguridad social no colapse, ya que los análisis económicos indican que de no tomar medidas correctivas, más temprano que tarde, tendrían ese resultado.
Es necesario establecer un acuerdo nacional para obtener resultados al igual que se hizo con la educación y que la sociedad lo coloque como tema de campaña política ante las próximas elecciones nacionales. Que haya el compromiso de aumentarle 0.5% anual a salud para que dentro de poco tiempo el 100% de la población tenga aseguramiento y se corrijan las precariedades que en salud, padecemos día a día.