Un héroe del presente

Un héroe del presente

El idealismo puro, la capacidad de sacrificio y el amor a la Patria, a la democracia y a la justicia social han recibido, en la persona del inolvidable Manolo, un homenaje largamente esperado, largamente merecido.

Un capítulo de la lucha por la verdadera democracia es puesto en su justo lugar con la exaltación  de Manuel Tavárez Justo a la condición de Héroe Nacional  y  como mártires  a los valientes que cayeron junto a él en el levantamiento guerrillero  contra los enemigos de la democracia que nacía en 1963 y que derrocaron al primer presidente constitucional, profesor Juan Bosch, tras el ajusticiamiento de Trujillo.

La heroicidad de Manolo y de otros que se opusieron al golpe de Estado septembrino, y luego a las fuerzas locales que junto a Estados Unidos ensangrentaron una vez más al país en 1965 con una guerra civil, se produjo ante los ojos de  numerosos dominicanos  del presente que fueron parte de esa época. Su grandeza está pues  atestiguada y corroborada, con conocimiento de causa, por muchos ciudadanos que fueron testigos de las hazañas y que hoy lo son del más alto reconocimiento a los que así se sacrificaron.

Grandes acuerdos

Resulta esperanzador que los partidos políticos junto con autoridades municipales y representantes de organismos públicos firmaran un acuerdo para la solución de importantes asuntos nacionales.

Se trata de un pacto orientado a sacar al país de los atolladeros causados por la incautación preocupante de equipos legítimamente en poder de los ayuntamientos; por la inminente  posibilidad de que se aplique una controversial  ley de primarias (inaceptable en algunos aspectos) y por la indefinición sobre el impuesto al sirope de maíz y la inclusión de República Dominicana en el tratado de libre comercio con Centroamérica y Estados Unidos.

Conviene destacar que el compromiso asumido por los liderazgos políticos ha sido plenamente respetuoso de las facultades del Congreso Nacional.

El poder Legislativo se reserva, como corresponde, la última palabra en estos asuntos y podrá tomar decisiones sin menoscabo de su soberana voluntad, aunque está políticamente comprometido con las lúcidas directrices emitidas al final de un diálogo de mucha altura entre representantes de las principales fuerzas partidarias.

Contra el crimen

La delincuencia no ceja: los sangrientos hechos del barrio Los Trinitarios en Santo Domingo Este antier, con saldo de seis personas muertas, así lo indica. En ellos  perdieron la vida, además de los perseguidos como criminales, ciudadanos de humilde condición que estaban tranquilos en sus casas o cumpliendo con responsabilidad sus tareas ordinarias y quedaron brutalmente atrapados en la violencia. La comunidad barrial afectada reaccionó con inmenso dolor. Y previamente, la gente común se sumó a la persecución y colaboró con la Policía en las acciones contra los asaltantes. La comunidad deja a un lado, cada vez más, la pasividad y la indiferencia. La ciudadanía rechaza con algo más que palabras la criminalidad que tanto se manifiesta y preocupa.

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