Un “hola” dice mucho

Un “hola” dice mucho

Recientes estudios han demostrado que al saludar con un “hola” solemos revelar demasiado sobre nosotros y del momento que estamos pasando. De la misma manera conseguimos percibir informaciones importantes de los que nos saludan.
El lenguaje se divide en tres partes:
El lenguaje verbal: Nos trae el contenido de la palabra hablada y escrita; viene dado por las palabras mismas. Para entender el mensaje que traen solo debemos conocer las palabras y su sentido.
El lenguaje paraverbal: En lo escrito se habla de leer entre líneas, y en lo hablado lo percibimos por las entonaciones y la utilización de alguna palabra extra. Es el sentido que entendemos de lo que se siente, pero no se dice. Como aquella famosa frase: “Estás muy bonita, hoy”.
El lenguaje corporal: Casi imperceptible pero más que revelador. Nos transparenta lo que siente el emisor. Fruncir el ceño, estirar los labios, rascarse la cabeza, etc. Cada movimiento tiene una razón y devela nuestras emociones, como explico por extenso y en detalle en mi libro “Ventas-negociación, retórica-oratoria y lenguaje del cuerpo”.
Regreso al experimento del “hola”: Al responder el teléfono podemos subir el tono al pronunciar la última sílaba; esa sencilla entonación es percibida por las personas de una forma muy peculiar. Cuando es un hombre se interpreta en el subconsciente como una persona que inspira confianza; lo más interesante es que es así solo cuando el emisor es un hombre. En el caso de ser una dama se siente que inspira confianza cuando baja el tono en la última sílaba.
Al escuchar a un hombre con voz ronca, según dicen los encuestados, lo perciben como una persona dominante. Mientras que las mujeres con voz fina son las que dan la impresión de ser las que llevan el mandato donde actúan.
Podemos descubrir mucho con las entonaciones; es como escuchar entre frases. Este experimento trae conclusiones contundentes, pero no se ha comprobado aún si la percepción es congruente con la realidad, o sea, que los hombres de voz ronca tienden a ser dominantes, por ejemplo. Lo más importante es que estemos conscientes de cómo nos perciben para tratar de no conseguir puntos negativos en las primeras impresiones.
Recuerde que hay solo una oportunidad de dar una primera impresión… y es cada vez que hay la ocasión de darla.
Es bueno escucharse, ¿se atreve a hacer la prueba?

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