Un hombre murió anoche luego de herir a un teniente de la Policía Nacional, en un hecho que se produjo cuando el agente policial respondió a un llamado que le hicieron por un caso de violencia de género en el sector de Villa Consuelo.
Se trata de José Gabriel Jiménez Rivas, de 45 años, supervisor zonal del citado sector, cuyo agresor le ocasionó una herida cortante en una mano; en tanto que la herida de arma de fuego que presenta, se la ocasionó él mismo de manera accidental.
De acuerdo a las declaraciones del oficial superior, a eso de las 8:00 de la noche, mientras ejerció su función de supervisor zonal en Villa Consuelo, auxiliado por otros agentes, recibieron un llamado del Sistema Nacional de Atención a Emergencias 9-1-1, donde le manifestaron que se dirigieran a la calle Manuel Osvaldo Gómez, del mismo sector, ya que había una persona en peligro.
Fue de ese modo que, al dirigirse al lugar, entraron a la vivienda donde conversaron con una mujer y la madre de ésta que le explicaron que el esposo de la primera, quien tenía una orden de alejamiento, estuvo en su residencia lanzándoles piedras y vociferándoles palabras obscenas, por lo que mientras se encontraban allí, retornó Joel con un machete en la mano.
En ese momento el teniente coronel le ordenó a Joel Geraldo Encarnación, de 40 años, que soltara el machete, pero hizo caso omiso, viéndose en la obligación de sacar su arma de reglamento, con la cual le apuntó manifestándole nuevamente que soltara el arma cortante, pero en lugar de obedecer, el agresor se abalanzó sobre el oficial y lo hirió en una mano, cayendo éste al suelo provocándose accidentalmente la herida por arma de fuego.
De acuerdo a las declaraciones del oficial, cuando vio que Encarnación intentó atacarlo nuevamente, le realizó varios disparos provocándole las heridas que presenta, siendo trasladado Joel al citado centro de salud donde falleció y este al hospital donde quedó ingresado.
La versión fue corroborada por las dos mujeres antes mencionadas, quienes agregaron que hace aproximadamente tiene dos años que se separó del agresor debido a que era muy violento, usaba drogas, le pegaba constantemente y la amenazaba de muerte, por lo que le puso una orden de alejamiento.
El oficial superior recibe atenciones médicas en un centro de salud, mientras que el cadáver de Joel Encarnación fue enviado al Instituto Nacional de Patología Forense para los fines pertinentes.