Aunque nos preciamos de hablar castellano y apenas nos separa un charco, las diferencias idiomáticas, los regionalismos y las palabras que por uso y costumbre llevamos en la punta de la lengua, pueden resultar incomprensibles a otro interlocutor hispano. Tal es el caso de Puerto Rico, donde lo más inofensivo que le puede ocurrir es, precisamente, que no le entiendan. Lo peor, ¡que lo mal entiendan!
Vea estos ejemplos, que llamé curiosidades:
Curiosidad 1: ¿Sabía que en Puerto Rico bicho significa pene? Por tanto, si digo que mi cama se llenó de bichos, me convierto en prostituta.
Cuántos malos ratos pasé en mi época universitaria. Nosotros que llamamos bichos hasta a los niños pequeños.
Curiosidad 2: ¿Sabías que en Puerto Rico no se pide bola para ir algún sitio? ¡Se pide pon! Por tanto, si pido bola me regalan un testículo.
Debo mencionar que durante mucho tiempo estuve a pie, dependiendo de los testículos de la gente. O sea, de la bola del prójimo.
Curiosidad 3: ¿Sabía que en Puerto Rico no se exhorta a un niño a besarle la mano a su tío (por ejemplo)? Sino que se le solicita pedir la bendición. Por tanto, si le dice a una criatura: ¡Bésele la mano a su padrino!», podría ser acusado de depredador sexual o pedófilo.
Por suerte, tengo cuatro sobrinos en esta isla, muy proactivos y con iniciativa, que antes del abrazo piden la bendición.
Curiosidad 4: ¿Sabía que en Puerto Rico la gente no se junta? ¡Se reúne! Por tanto, si llama alguien con la sugerencia de vamos a juntarnos esta noche, posiblemente lo interprete como una invitación a sostener relaciones sexuales.
Los que me conocen de siempre saben que yo soy loca con una juntadera.
Curiosidad 5: ¿Sabía que los únicos términos que se dicen diferentes, pero se mal interpretan de la misma forma, en ambos países, son quemarse y colgarse? Los dos hacen referencia al fracaso en una clase o asignatura. Y en ambos países se puede entender como un… ¡Intento de suicidio!
Curiosidad 6: ¿Sabía que en Puerto Rico se le llama Cuca a una sabrosa y popularmente conocida galleta; mientras en República Dominicana utilizamos dicho término para referirnos a la arte íntima femenina y también a la cotorra caribeña? Por tanto, amigo dominicano, si le ofrecen una Cuca no vaya usted a creer que el Encanto de esta Isla radica en la venta y distribución de vaginas.
No puedo emitir opinión. Juro que no he probado la famosa Cuca.
Curiosidad 7: ¿Sabía que en Puerto Rico a los cuadernos se les llama libretas mientras nosotros decimos mascota? Por tanto, si usted pide aquí una mascota para escribir, posiblemente le entreguen un perro alfabetizado. Yo solía escribir en mascotas. Mi actual mascota se llama Mía Cristina, y nunca se me ocurrido escribir sobre su lomo.
También a los puertorriqueños hay que prepararles su propio manual de supervivencia idiomática en República Dominicana, pues como dijo un amigo boricua en defensa de los suyos: Bueno, si yo voy a la República Dominicana y pido que me echen la mercancía en una bolsa, me la echan en los testículos. Cierto.