Un importante espaldarazo

Un importante espaldarazo

Para un país como el nuestro, alcanzar competitividad en estos tiempos no es una opción elegible. Es una imposición ineludible de la globalización de la economía y el comercio, de los retos y compromisos de los tratados comerciales. La competitividad se alcanza dando lugar a sinergias público-privadas, adecuando las garantías jurídicas y creando condiciones para que los sectores productivo y exportador tengan acceso a los recursos necesarios para la actualización tecnológica y la innovación.

A esta tónica se acogen las iniciativas anunciadas ayer por el Presidente Danilo Medina y el ministro de Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón, para transformar el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda en Banco del Exportador, y para modificar las leyes 392-07, de Competitividad e Innovación Industrial (Proindustria); 28-1 de Desarrollo Fronterizo, y la Ley 8-90 sobre fomento de zonas francas.

Este importante anuncio fue hecho durante el Foro de Seguimiento del Segundo Congreso de la Industria Dominicana, que fue un paso trascendental dado por la industria nacional en procura de mejorar la competitividad, la innovación y la productividad. La sinergia surgida entre los sectores público y privado permite pronosticar importantes avances para el desarrollo industrial y el incremento de las exportaciones en variedad, calidad y cantidad.

TEMA PARA UNA HONDA REFLEXIÓN

El asesinato del ganadero Nelson Montero Tapia y de su hijo de apenas seis años debe servir para que nuestro aparato judicial revise su conducta y calibre las posibles consecuencias de sus decisiones. Daris Reyes Zarzuela, el hombre inculpado de ese crimen horrendo, había sido libertado dos semanas antes del suceso, tras haber cumplido la mitad de una condena de cinco años que se le impuso al ser hallado culpable de tráfico de drogas. ¿Cuál fue el criterio en que avaló la justicia su decisión de reducir a la mitad el tiempo de encierro de este hombre?

Así como las sentencias sientan jurisprudencia, las decisiones imprudentes deberían servir de pauta para la rectificación de ciertos procedimientos. Tal vez, y en esto damos vuelo a la imaginación y nos acogemos a la ley de las probabilidades, esa excarcelación a destiempo pudo ser circunstancia influyente en este crimen abominable.

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