El aviso en los días santos, de la Secretaría de Interior y Policía levantando la veda al horario del consumo de bebidas alcohólicas para esos días de reflexión y oración, dejaron un pesar en la mente de los dominicanos que lo consideraron como una burla de los sabios peledeístas para insultar a la ciudadanía como fanáticos creyentes religiosos y amantes de la chercha.

Permitir beber hasta la amanezca en los días santos fue una forma de buscar un aplacamiento de la ira incendiaria de una población exprimida y secada por una administración, manteniéndolos en un estado de efervescencia peligrosa por la amenaza de nuevas movilizaciones, más radicales que las semanas recientes que lograron que se iniciara el proceso de reparar carreteras y calles.

Ahora Interior y Policía y sus doctos estrategas, partiendo de la creencia primigenia del peledeísmo de 1973, cuando decidieron dividirse entre honestos peledeístas y deshonestos dominicanos, desempolvan en el siglo XXI sus teorías para ofrecerle un regalo envenenado de bebentinas sin control.

El PLD ha concebido que con tal acción se ganan al pueblo, tal como hizo en Santiago el pasado día 30, haciéndolos olvidar el mal estado de las carreteras, reparadas algunas en estos días a la carrera, que permitieron a los que se movilizaron por esas vías  observar que están en mejores condiciones que cuando las protestas. Solo fueron notables los tapones a la altura del desvío de La Cumbre en la carretera Duarte, donde desesperados choferes violaron toda regla de cortesía para querer ser los primeros en superar ese tramo.

La decisión de la SEIP tiene su apoyo en la mayoría de los dominicanos, débiles por la bebida. De esa manera creyeron neutralizar a los que se quedaron en las zonas urbanas, y los que fueron a las playas y montañas, que  bebieran sin control, demostrando la razón de los peledeístas de insultar a los dominicanos para estimularlos en su debilidad por la bebida.

Fue fríamente calculado ese cese temporal al horario para consumo de las bebidas alcohólicas en los días más sagrados de la Iglesia, que deberían ser momentos de oración y meditación. El  mismo gobierno le hace ver a la Iglesia que puede más que ella y todo a la sombra de la reprimenda papal de Benedicto XVI cuando el nuevo embajador dominicano le presentó sus cartas credenciales el Viernes de Dolores. El gobierno envía un meta mensaje a la jerarquía católica de que pueden condicionar a la grey católica, que pese estuvieron inmersas en los días santos, son débiles por una francachela, ya que respetan a su manera el significado de la fecha.

El PLD debe revisarse en sus soberbias y acciones, como ésta de levantar una prohibición para desquitarse de la reprimenda vaticana, lo cual no es la mejor vía de una vida en armonía y más ahora que los grupos radicales están aceitando sus maquinarias de ataques para inquietar a la nación. Y la Nación se inquietó por la elevada cuota de muertos, que en más de 50 enlutaron numerosos hogares, aparte de la exagerada cuota de heridos, todos cargados a la rabieta oficial para protestar por el mensaje papal.