Un interesante calendario ecológico

Un interesante calendario ecológico

La Compañía Shell está distribuyendo la décima edición de su calendario ecológico, con el título “Aves Costeras 2005”, como parte de su compromiso de apoyar el desarrollo sostenible y promover el cuidado y protección de los recursos naturales del país.

“Desde hace 10 años, nuestros calendarios recogen una minuciosa selección de la fauna y flora  más hermosa de nuestra isla  y de la región del Caribe, incentivando a los ciudadanos a su preservación y cuido. Asimismo, editamos videos ecológicos con los mismos temas, los cuales son presentados en ferias internacionales, hoteles y actividades de promoción del país”, explicó Julissa Báez, gerente de Asuntos Públicos de Shell.

Una impresionante fotografía de la cuchareta (Ajaia ajaja) engalana la portada del calendario. Se trata de un ave diurna que vive sola o en pequeños grupos y prefiere las zonas costeras con aguas poco profundas y rodeadas de manglares.

En la tapa interior aparece en acción el Guincho (Pandion haliaetus), especie cosmopolita llamada águila pescadora o agujereadora de agua, por la manera en que se lanza sobre sus presas, atrapándolas con las garras.

El cevero, en tanto, es el ave de enero. Abunda en el Caribe y vive unos 25 años. Muchas veces se mezcla con otras especies mientras pesca en alta mar cardúmenes de peces pequeños.

El flamenco (Phoenicopterus ruber) adorna febrero. Esta especie vive en colonias de hasta más de mil individuos. Su color rosado se debe al alimento que consume, el cual es rico en beta-carotenos.

Por su color, al Eudocimus albus lo llaman “coco blanco”. Aparece alimentándose en la página de marzo. Habita en colonias de más de 80 mil ejemplares y se alimenta de crustáceos, huevos de peces, sapos e insectos.

Con las alas extendidas, el bubi (Sula leucogaster) da un toque especial al mes de abril. Puede alcanzar hasta 30 pulgadas de longitud y es un excelente buzo que se lanza al mar desde grandes alturas en busca de alimento.

Mayo parece tomar prestada la elegancia al Coco Faisán (Mycteria americana), también llamado cabeza de hierro o predicador, por su forma particular de sentarse sobre el nido. Es un ave altamente amenazada y ya ha desaparecido en muchas regiones por la pérdida de su habitat.

La palometa (Sterna dougallii), estrella del mes de junio, puede alcanzar hasta 15 pulgadas de longitud. La pérdida de su hábitat, la captura ilegal en algunos países y la amenaza a sus huevos por depredadores ha causado su desaparición en algunas regiones. Se estima que sobreviven sólo unas cuatro mil parejas.

El conocido pelícano (Peleacanus occidentales) no trae bebés al mundo; empero, adorna el mes de julio.  Es un ave diurna común en las playas del Caribe. Se reúnen en bandadas para pescar, lanzándose en picada y luego zambulléndose para atrapar peces. Los pelícanos son una especie muy antigua que data de unos 40 millones de años.

Con agosto llega la garza ceniza (Ardea herodias), la más grande que habita el Caribe. Mide hasta cuatro pies de largo y tiene seis pies de envergadura en sus alas. Vuela tranquilamente a 37 kilómetros por hora y dedica el 90 por ciento de su tiempo a atrapar peces, sapos, lagartos, culebras, cangrejos e insectos.

En amenaza por la destrucción de su hábitat costero se encuentra la protagonista de septiembre, la Garza Rojiza (Egretta rufescens), cuya población fue devastada a finales del siglo XVIII por una cacería comercial indiscriminada en busca de sus muy cotizadas plumas. Su población actual no sobrepasa las tres mil parejas.

Más que por su nombre científico, Larus atricilla, la “diva” de octubre es conocida como gaviota cabecinegra, un ave ruidosa y agresiva que emite un sonido parecido a una risa fuerte.

Noviembre pertenece a la gaviota real (Sterna máxima), ave costera abundante en el Caribe que se alimenta casi exclusivamente de peces pequeños. Con una longitud de hasta 21 pulgadas, es la segunda gaviota en tamaño.

El rojísimo pecho de la tijereta (Fregata magníficens) parece celebrar la Navidad en la hoja de diciembre. La tijereta pasa la mayor parte del tiempo volando en zonas costeras y mar abierto. También es llamada “ave pirata”, por su gran capacidad para robar las presas pescadas por otras aves. No camina ni flota sobre el agua.

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