Hoy 
Ayer, en San Francisco de Macorís, Henry Joaquín Parra Fañas murió y resultaron heridos el cabo Lenin Acosta y el raso Manuel Silverio, durante un operativo en el que fueron decomisadas armas y drogas. El suceso está asociado a la investigación del atentado del 21 de julio contra la planta eléctrica Palamara, en La Vega. Ayer, en Santiago, fueron encontrados en una residencia los cadáveres de cuatro hombres, posiblemente sudamericanos, asesinados a tiros. En la misma ciudad, esta misma semana, fue ejecutado el español Pablo Fanjul y las autoridades sospechan del narcotráfico. Hace unos días fueron encontrados en la autopista Seis de Noviembre los cuerpos sin vida de Alvis Enrique Pérez Francisco y José Alberto Paredes, ejecutados al estilo mafia.
A principio de este mes fue secuestrado y asesinado el periodista José Silvestre, hecho que las autoriatribuyen a gente del narco. La familia del doctor Marino Vinicio Castillo, funcionario antinarcóticos, ha vivido el drama de la muerte de dos miembros de su seguridad, teniente Robinson Suárez Suárez y Alejandro Vásquez, en hechos separados. Tres veces en cinco meses, la jueza Claribel Nivar Arias, que tuvo a su cargo el juicio preliminar a los implicados en la red del supuesto narcotraficante José David Figueroa Agosto, ha sido afectada por actos separados de aparente delincuencia común, en los que murieron su hermano Rafael Leónidas Nivar Arias y el cabo de la Policía Julián Colón Pérez, de su seguridad, y fue violada una trabajadora de su casa. Las autoridades han mudado a la magistrada por razones de seguridad. Este inventario pavoroso, reducido por necesidad, nos indica lo grave de la amenaza. ¿Qué esperamos para reaccionar?
Un compromiso que alivia
El Presidente Leonel Fernández, que ayer, con un amplio recorrido por las zonas afectadas se puso en contacto directo con el desastre dejado por Irene, se comprometió a hacer todo lo que sea posible para devolverle la normalidad a las comunidades que han sufrido los daños causados por las inundaciones y el viento.
Se trata de un compromiso que alivia, porque en las zonas afectadas la producción agropecuaria ha sufrido pérdidas muy severas y son muchas las familias que perdieron todo lo que tenían. Se espera que el compromiso ayudará a acelerar el auxilio.
