La competitividad comercial de un país está compuesta de numerosos factores, entre los cuales tienen alta relevancia los costos. En nuestra relación comercial con el mercado externo, el transporte terrestre de carga para exportación, que desde hace mucho tiempo está  en poder de un monopolio sindical, podría considerarse uno de los lastres más pesados para la competitividad comercial del país y para el aprovechamiento de ventajas comparativas.

El tema salió a relucir ayer durante la comparecencia de los directivos de la Asociación de Navieros de la República Dominicana al almuerzo semanal del Grupo de Comunicación Corripio. Para tener una idea de la magnitud de ese lastre, basta considerar que transportar por vía terrestre un contenedor desde Manzanillo al Puerto Multimodal Caucedo, cuesta casi lo mismo que llevarlo a China por vía marítima, debido a las tarifas antojadizas que impone el monopolio del transporte de carga.

 Contra toda regla moderna del comercio internacional y en riña con las pautas de la Organización Mundial del Comercio, en el país el transporte de carga está secuestrado por un monopolio. El sector empresarial está prácticamente impedido del derecho de tener medios propios para manejar su carga. En algún momento tendremos que enfrentar seriamente ese  aspecto que  lastra nuestra  competitividad comercial.

Homenaje a una gloria nacional

El nombre de Cándido Bidó resuena siempre allí donde se habla de exquisitez del arte pictórico, o se resaltan dotes de filantropía, o se pone de relieve el indisoluble vínculo del ser humano con la naturaleza.

En reconocimiento de sus altos méritos, el Senado de la República le  tributó ayer un cálido homenaje póstumo al que está considerado como una de las altas glorias nacionales en la pintura.

Bidó logró pasear sus  pinturas por  Europa, Estados Unidos, Oriente Medio, así como Cuba, Colombia,  Panamá y otros países latinoamericanos. Tuvo el mérito de ser el primer pintor dominicano en exponer sus obras en salas de arte de Francia.

 En su natal Bonao dedicó gran parte de su talento a multiplicar conocimiento entre jóvenes inspirados en el arte. La calidad de su obra lo hace merecedor del más alto reconocimiento.