Nueva York. Un latino figura entre los cuatro desamparados que fueron asesinados este fin de semana en el Barrio Chino de Nueva York, incidente que ha consternado a la ciudad y que ha puesto la mirada en esta población que continúa en aumento.

Nazario A. Vázquez Villegas, de 55 años, murió mientras dormía por los golpes propinados por otro sin techo, según informan este lunes medios de prensa locales.

Otras víctimas han sido identificadas como Chuen Kok, de 83 años, un emigrante de Hong Kong que este lunes fue recordado por amigos y residentes del Barrio Chino como una persona “amable, cortés”, así como Anthony L. Manson, de 49 años.

La cuarta víctima de los asesinatos no ha sido identificada ni tampoco otro sin techo que sobrevivió pero está en condición crítica.

De acuerdo con el médico forense de la ciudad, las cuatro víctimas sufrieron un trauma severo craneal y fracturas. Las víctimas fueron atacadas en distintos puntos del popular vecindario en Manhattan mientras dormían y por estos asesinatos fue arrestado Randy Rodríguez Santos, de 24 años, que usó un pesado tubo para agredirlos mientras dormían, según las autoridades.

Rodríguez Santos, un emigrante de República Dominicana, fue detenido por la policía el mismo sábado cuando ocurrió la tragedia y fue acusado de cuatro cargos de asesinato, un intento de asesinato y de posesión ilegal de marihuana.

El sospecho, que tiene arrestos previos, está en un hospital para una evaluación siquiátrica. Su madre, Fioraliza Rodríguez, de 55 años, ha dicho que tuvo que sacar a su hijo de la casa hace unos tres años por su adicción y porque la había agredido, así como al abuelo y robado a la familia.

De acuerdo con familiares, Rodríguez Santos comenzó a usar drogas cuando llegó a Nueva York desde República Dominicana, hace unos cuatro años.

Organizaciones en defensa de los sin techo han levantado nuevamente su voz para reclamar viviendas subsidiadas para esta población y evitar que tragedias como ésta vuelvan a ocurrir mientras que el alcalde anunció este lunes que la policía aumentó la vigilancia en la zona.

También de que personal experto en salud mental, del Departamento de Salud de la ciudad fueron enviados para ofrecer apoyo emocional a esta población y conectarlos con servicios sanitarios y sociales.