La Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), el Consejo de Pasados Presidentes de esa entidad y de la Federación de Asociaciones Industriales (FAI) han llamado a  los partidos políticos,  la sociedad civil y los ciudadanos a evitar  un colapso institucional que pudiera devenir de  la concentración de poder por un solo partido y la actitud de grupos políticos no conformes con los resultados electorales, que amenazan con llamar  a desobediencia civil.

Este sector del empresariado entiende que los grupos opositores y minoritarios deben constituir un factor de equilibrio desde los municipios y la Cámara de Diputados, mientras que el partido de Gobierno, que tendrá control casi absoluto del Congreso, deberá colocar  los intereses del país por encima de los propios de esa organización.

El llamado es oportuno porque el proceso electoral ha concluido la etapa de cómputos para dar paso al conocimiento de las reclamaciones de los grupos políticos no conformes con resultados de las votaciones. Es un contrasentido que a la vez que se recurre a lo contencioso, que es la única vía idónea de reclamación en esta materia, se esté amenazando con actos que trastornarían la tranquilidad del país. El país necesita dedicar sus esfuerzos a trabajar y que las instancias jurídicas en materia electoral hagan el papel que les corresponde.

Un problema cada vez mayor

De puente en el tráfico internacional, el país ha pasado a ser un mercado de consumo de drogas en constante crecimiento. Leopoldo Díaz, presidente de Hogares Crea, maneja estadísticas ciertamente preocupantes, basadas en los servicios de rehabilitación que ofrece esa entidad. Se basa en el número de personas (4,000 en 2009) que han buscado servicios de desintoxicación en la entidad que dirige. Se deduce que es  ínfima la proporción de adictos que procura servicios de esa naturaleza.

Un aspecto mortificante en el auge del consumo de drogas es que en 1975 la edad promedio de los adictos tratados era de entre 22 y 24 años y ya para 2009 había descendido a entre 8 y 14 años. En un centro para niños que tiene Hogares Crea hay 30 ingresados con edades entre 8 y 14 años. Preocupan estas cifras, y más aún el hecho de que la lucha antidrogas enfatiza en el tráfico y microtráfico, pero muy poco en enfrentar la creciente adicción.