LOS MONTONES, San José de las Matas.-
Este espacio de oración levantado en un exuberante paisaje de la provincia de Santiago, rompe con lo establecido, moldeando lo rural y antiguo con un toque clásico y moderno, logrando un punto estético espectacular.
Ubicada en la comunidad de Damajagua, de Los Montones, en San José de las Matas, la Capilla La Milagrosa, es uno de esos atractivos turísticos que te eriza la piel al descubrirla.
Los troncos de corazón de pinos utilizados para su construcción, atados a la imaginación, logran una verdadera conexión con la naturaleza y con Dios.
En el interior de la iglesia se encuentran imágenes alegóricas a varios santos. Su piso es extremadamente aldeano con toques de troncos de árboles y para los fieles sentarse colocaron sillas de guano, muy características del lugar ya que en la zona hay muchos artesanos.
Su altar mayor es un arrebato a la imaginación. La madera contrasta de forma armónica con los vitrales de color azul con los de una cruz en el centro que la forman otros vitrales de color rojo y blanco.
La obra fue ordenada para la comunidad de Los Montones por el empresario Manuel Arsenio Ureña y su esposa Camelia Rodríguez, quienes la donaron como parte de su compromiso social, a la Iglesia católica.
Fue inaugurada el 14 de diciembre de 2003. Tiene capacidad para 100 personas cómodamente sentadas.
La tarea del proyecto, según nos cuenta Camelia Rodríguez de Ureña, era crear un lugar de espiritualidad, una capilla para aquellos que buscan a Dios, un lugar para la tranquilidad y la reflexión. Pero también un lugar para acoger a los caminantes y turistas que necesitan recuperar fuerzas en un lugar imbuido de belleza. “Yo heredé la fe en la Virgen y en Dios por mi madre. En nuestra casa ese espacio para la Virgen era innegociable, entonces ya casada con Manuel y en agradecimiento por tantos dones y bendiciones que nos ha dado, quise hacer esta capilla y dejarla como legado”, comenta.
Para poder llevar a cabo todo lo que giraba en su mente en torno al lugar que quería edificar, llamó a Víctor Pérez quien en tiempo atrás le había construido su casa en Los Montones y es él junto a Camelia quienes ponen en marcha su diseño.
Ya con la estructura formada, Camelia cuenta que habló con el decorador Miguel Jiménez, quien interpretando el sentir de ella coloca cada pieza de la casa de oración y la convierte en una pieza indispensable para el turismo rural de la provincia de Santiago.
Su cuñada, Ingrid González de Rodríguez, manifiesta que aparte de que La Milagrosa es un centro de la propagación del evangelio y de la fe cristiana, es un polo para promover los valores de la familia, la paz y la no violencia.
La capilla cumple un cometido social importante en el poblado, aquí se celebran además bodas, bautizos…