Un mal chiste.– Que sea una diputada, del oficialista PRM para mas señas, quien proponga la creación de un Ministerio del Hombre desde el cual impulsar políticas públicas para la prevención de la violencia intrafamiliar, el fortalecimiento de la unidad de la familia y la promoción de la salud mental masculina no solo refleja los niveles de galloloquismo a los que pueden llegar nuestros legisladores sino también la ausencia total de sintonía con las políticas que ejecuta su gobierno, empeñado en eliminar y fusionar ministerios para ahorrar recursos y hacer al Estado dominicano mas eficiente. Ha sido esa falta de sintonía, precisamente, lo que mas han resaltado las críticas que le han llovido a la diputada Altagracia de los Santos.
“Nosotros aquí trabajamos con los hombres después que cometen el feminicidio, después que matan a la mujer. Yo creo que tenemos que trabajar la prevención con los hombres para bajar el feminicidio en el país y tener una familia sana.” ¿Realmente creerá esa señora que para reducir la matanza de mujeres, un objetivo en el que esta sociedad ha fracasado de manera ostensible, hace falta crear mas burocracia en la administración pública? Según su proyecto de ley, ese ministerio estaría encabezado por un ministro que deberá ser psiquiatra, psicólogo o terapeuta familiar, y constaría de tres viceministerios; Prevención y Orientación, Salud Mental Masculina y de Coordinación Interinstitucional. Sería un órgano adscrito al Poder Ejecutivo, con autonomía funcional y direcciones provinciales en todo el país, lo que permitiría nombrar compañeros de los pueblos del interior. Porque a eso, finalmente, se reduciría todo: mas empleos para los políticos y su clientela, que deberemos pagar los contribuyentes de nuestros bolsillos. Por eso hay que considerar un mal chiste, de esos que no hacen reír a nadie, el proyecto de ley de la diputada oficialista, lamentando que una buena causa como lo es reducir los feminicidios producto de la violencia machista la exponga al ridículo de esa manera.