Un mensaje de optimismo y de advertencias

Un mensaje de optimismo y de advertencias

El pasado miércoles 2, el gobernador del Banco Central, Lic. Héctor Valdez Albizu, alborotó el panal empresarial, cuando pidió a los empresarios que acudieron a escuchar su conferencia de los retos de la exportación para los exportadores tradicionales, a derramar parte de sus beneficios en la mejoría salarial de los sectores de bajo ingreso, cuyo nivel es similar al de 1991, mientras la productividad ha aumentado en un 65% en el mismo período.

Los empresarios del CONEP cogieron piedra para el más chiquito atacando al gobernador del Banco Central, ya que esa exhortación de una mejor distribución social de los ingresos la había hecho hace algunos meses el presidente Medina, en el Palacio Nacional, pero ellos no osaron patalear por ese reclamo de lo bajo de los salarios contrastando con los abultados ingresos de funcionarios, empresarios, deportistas, narcotraficantes y otros que brillan con sus gastos conspicuos en lujosas residencias, derroche en restaurantes, vehículos aéreos, marítimos y terrestres de último modelo, lo cual golpea en la cara a la gran mayoría de la población con sus magros ingresos que necesitan hacer malabares cada día para subsistir.

El contenido de la charla fue muy elocuente en cuanto a lo positivo de las cifras presentadas que colocan al país con el mayor crecimiento del continente de un 6,4%, rebelando que pese a lo abultado de la nómina estatal y ahora en aumento con los pactos electorales concertados en esta semana, que el gobierno es más honesto que su antecesor y es una maquinaria eficaz de recaudación impositiva que permite casi a cada dominicano a soñar con una botella estatal.

La cultura exportadora fue destacada por el gobernador, para incentivar que pronto tengamos una marca país, que asegure un nicho de posicionamiento en las demandas internacionales, que no sea tan solo el factor humano de los atributos naturales de los deportistas, de los cantantes y de otros sectores con suficiente demanda en ultramar. BANDEX será un instrumento valioso para estimular las exportaciones, tal como Valdez Albizu lo destacó, poniendo como ejemplo lo ocurrido en Chile, Colombia y México, y en ese país con actividades bancarias de más de diez mil millones de dólares anuales. Y antes de comenzar, ya los ejecutivos de esa flamante entidad BANDEX se han aumentado los sueldos, agregando nuevos burócratas que sirven de plataforma de actividades políticas proselitistas que desmeritan el esfuerzo de los ideólogos del gobierno de tener una entidad estimuladora de las exportaciones criollas pero que no fuera un medio de incentivar las canonjías personales.

Partiendo de la voz autorizada, que por tantos años ha llevado tranquilidad por la posición mesurada de sus mensajes llenos de optimismo y de cifras e informaciones creíbles, Valdez Albizu hizo una síntesis de los últimos acontecimientos económicos impactados por la sequía y a la disminución de algunas exportaciones mineras, pero con un aumento apreciable de ingreso de divisas en otros renglones como el turismo, las remesas y de otras exportaciones, menos las varillas de construcción y el cemento con un apreciable bajo índice inflacionario para la estabilidad aparente de los precios, pese a que la prima ya se encaramó por encima del 45 por uno, lo cual no ha ocasionado un desmadre social por el hecho de que hay otros sucesos que molestan y afectan la vida en armonía de los dominicanos.

Existen otros sucesos que podrían estar incidiendo en evitar ese desmadre social, pero con consecuencias peores para la tranquilidad ciudadana, como es el evidente aumento de la delincuencia que afecta a todos los sectores para llevar dinero mal habido a un sector pobre que sus núcleos principales de la juventud han optado por delinquir en lugar de trabajar, cosa que no logran por el hecho del derrumbe de la familia, ya sin formación y deslumbrado del dispendio en los estratos sociales superiores donde políticos y empresarios, con su forma particular de interpretar de lo que es la buena vida, no se dan cuenta que estimulan a que más pobres se incorporen a la delincuencia.

El derrame de ingresos que están propugnando el presidente Medina y el gobernador Valdez Albizu, son casi gritos desesperados de súplica, ya que si no se abren los bolsillos de los generadores de riquezas y prefieren gastar en otras cosas, tarde o temprano estaremos bajo los efectos de convulsiones sociales para la paz dominicana con una invasión agresiva desde el occidente isleño.

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