Un merecido homenaje

Un merecido homenaje

POR ARMANDITO GERMÁN
Conocí a Luisito Scheker siendo un mozalbete cuando atravesaba con su pequeño bulto de pelota el play del Molinuevo Park en Villa Duarte para integrarse a uno de los equipos del Circuito Liga del Cine que dirigía el Mago, Andrés Frías hijo.

Para llegar al play de la Liga del Cine, Scheker hijo tenía que pasar por el play de la Liga del Ozama, que ocupaba la parte de abajo del Molinuevo, y antes de reportarse a su equipo nos saludaba y se entretenía y conversaba con algunos jugadores de la Liga del Ozama, la mayoría, sino todos, mucho más experimentados y mayores que él.

Entre la Liga del Cine y la Liga del Ozama existía una rivalidad deportiva fraterna, que las unía en el ideal deportivo y las separaba en el terreno de juego, ya en los intercambios o en los torneos del Distrito que organizaba la Dirección de Deportes. Todavía algo queda en el recuerdo de aquellos buenos momentos, gracias al entusiasmo del periodista Rafael Herrera, antiguo jugador de la Liga del Cine, quien se encarga de juntar a los ex jugadores de ambos circuitos y algunos peloteros profesionales que residen en la ciudad de New York, organizando torneos de las Viejas Glorias que cada año culminan brillantemente con el Juego del Recuerdo.

Para la época, mediados de los años 50, tanto la Liga del Cine, fundada el 16 de agosto de 1946 por un grupo de entusiastas empleados del comercio del celuloide, Livio Guerra, Máximo García, Mellizo Puesán, como la Liga del Ozama, fundada por quien esto escribe en junio de 1949, contaba con excelentes jugadores aficionados que se fajaban de campana a campana, domingos tras domingo, en doble partidos no con los recursos de ahora, sino con los pocos recursos que se disponían y que reunían, dando bandazos, los que teníamos que hacer maravillas (El Mago y Armandito) para organizar, participar y no dejar caer cada evento en un ambiente sano, recreativo y de alta calidad deportiva.

Hago memoria con permiso de mis años y recuerdo entre los jugadores del Ozama al Maestro José Luis Ravelo, a Píndaro Pastor, Urich Frómeta, Moisés Lembert, el Caballo de Hierro, Inmortal del deporte, y su hermano Hugo, al aduanero Ñungo Gutiérrez, gran slugger, al igual que Féliz Ml. Calcaño, al pimentoso Víctor Plá, a Nápoles Saviñón y Roberto Peña en el campo corto, junto a Elpidio Lalondriz, Jacinto Mejía, Felipe Stéfani, Guillermo Martínez Guerrero y tantos otros; de la Liga del Cine se destacaban los hermanos Jorge y Héctor Marlon, Juan Read, Tony Anglada, Ulises Pichardo, Bobby Polanco, Neftalí Cruz, Mike Nazario, Papo Vázquez, Andresito Cueto, y el jovencito Luisito Scheker que defendía el siore stop.

Luisito pasó al béisbol profesional con el Licey por un breve tiempo que cortó sus estudios universitarios, según nos cuenta, pero sus mejores años fueron en el amateurismo con la Liga del Cine y el equipo de la Universidad de Santo Domingo, habiendo sido selección nacional en el Mundial Juvenil de México y luego en los Panamericanos de Chicago de 1959. Como Secretario de Estado de Deportes Educación Física y Recreación (1982-1986) Luisito se caracterizó por su honradez y su humildad, que nunca abandonó, dándole un sentido humanitario a su gestión. Hoy tiene el cargo de Vicepresidente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, y del Comité Permanente de las Viejas Glorias que preside el inmortal Rafael Valdez. Un equipo de ese circuito lleva su nombre y hoy comanda el grupo B con 14 victorias sin derrotas; igual se honra un equipo juvenil de la Liga Mercedes.

La Liga del Cine, en vida de Andrés Frías hijo lo nombró su Presidente de Honor, y lo mismo hizo la Liga del Ozama, por gratitud y en reconocimiento de su labor deportiva, declarándolo Ad Vitam. Nuestra amistad ha sido firme y desinteresada. Nunca ha dejado de escucharme ni de reunirse en mi casa con otros buenos amigos para festejar cada aniversario de la Liga. Recientemente, el Secretario de Estado de Deportes, licenciado Felipe Jay Payano, en ocasión de la Feria Internacional del Libro, en un gesto que lo ennoblece, lo distinguió con la entrega de un pergamino de reconocimiento por sus aportes al enriquecimiento de la literatura deportiva junto con otros destacados propulsores y periodistas de la talla de Cuchito Alvarez, Cuqui Córdoba, Héctor Cruz, Heriberto Morrison, lo que doblemente nos llena de regocijo y orgullo. ¡Scheker, sigue!

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