Ronny De la Rosa 
Restan justamente 30 días para las elecciones presidenciales y congresuales del 19 de mayo, en medio de una campaña tímida en comparación a años anteriores y una Junta Central Electoral (JCE), trabajando al ritmo de lo previsto.
El 19 de mayo próximo será crucial para la República Dominicana, ya que 8.1 millones de dominicanos en el país y el exterior, están convocados para participar de estos comicios, que servirán para renovar las autoridades legislativas y el propio poder Ejecutivo.
En los últimos días, han incrementado las actividades de apoyo los candidatos políticos, atizando, en la recta final, una campaña marcada ataques directos y un escenario que aparenta beneficiar al oficialismo, al menos de momento.
El actual presidente de la República, Luis Abinader, el exgobernante y líder de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández y el alcalde de Santiago hasta el próximo jueves, Abel Martínez, en representación del Partido de la Liberación Dominicana, han pisado el acelerador, con actos masivos, que buscan alborotar las masas y arengar a su tropa, para poder alzarse con la victoria.
Pero aunque el ojo está en estas candidaturas, otros seis aspirantes también se encuentran inmersos en sus campañas políticas, aunque en partidos minoritarios y con poca posibilidad de éxito.
Miguel Vargas Maldonado del PRD; María Teresa Cabrera del Frente Amplio; Fulgencio Severino por Patria Para Todos; Carlos Peña de Generación de Servidores; Virginia Antares Rodríguez por Opción Democrática y Roque Espaillat por el Partido Esperanza Democrática, completan la lista de los candidatos que pretenden subir las escalinatas del Palacio Nacional, el próximo 16 de agosto.
Sin embargo, según las mediciones, la victoria estaría en manos del oficialismo o de la coalición opositora Rescate RD, que aglutina a los principales líderes y candidatos, apostando a una eventual segunda vuelta.
De su lado, la intención del oficialismo es resolver todo en mayo, por lo que han arreciado sus estrategias en busca de este objetivo, en medio de las críticas ácidas de la oposición, que juega su rol de presión y descredito.
Es en ese contexto que, por primera vez en la historia republicana, los principales candidatos presidenciales se enfrenten en un debate abierto y televisado la próxima semana, lo que para algunos pudiera servir de vitrina y para otros, un riesgo para sus aspiraciones.
El próximo miércoles 23 de abril, el debate presidencial se realizará en el auditorio Horacio Álvarez Saviñón de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), de 8:00 P.M. a 10:00 P.M.y contará con una cobertura nacional, que incluirá televisión, radio y varias redes sociales.
Al mismo acudirán los candidatos Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez, con el auspicio de Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), entidad que también realizará el intercambio a nivel senatorial.
Leer: ANJE convoca candidatas vicepresidenciales para los debates
Pero a pesar de que los representantes de partidos emergentes no fueron invitados por ANJE en esta ocasión, estos ya participaron de debates, en los que la población pudo conocer sus planes de gobierno.
Estos intercambios, sumados a las extensas agendas de los aspirantes a dirigir los destinos de la nación, le ponen un poco de pimienta a la recta final, de una campaña que lleva meses, e incluso años, realizándose.
En la batalla electoral del 19 del mes próximo, los dominicanos también escogerán a sus representanes en la Cámara de Diputados y el Senado, quienes tendrán la responsabilidad de legislar durante el próximo cuatrienio
El papel de la JCE
De su lado, la Junta Central Electoral se encuentra inmersa en el proceso de distribución del material utilizado para los comicios del próximo mes, en busca de evitar traumas pasados y garantizar un montaje sin complicaciones.
Esto, sumado al reto de mejorar en los aspectos resaltados por los observadores internacionales, quienes enumeraron anomalías subsanables, durante elecciones municipales del pasado 18 de febrero.
