POR LAURA CAMINERO
Hemos visto con gran tristeza las tragedias ocurridas a tres niños en los últimos meses como consecuencia de las fatales “balas perdidas”.  Gracias a Dios que  Bielka, Cristian de Jesús y Joselito están vivos, pero que pasará con estos niños y su salud física y mental?, los médicos y terapeutas están trabajando y buscando probabilidades pero los casos son muy delicados.

 Según los últimos datos solo un “Milagro de Dios” podría hacer que estos tres inocentes alcanzados por esas balas puedan tener una vida normal sin mayores consecuencias para ellos y sus familias.

Lo más grave es saber que los responsables de la desdicha de estos niños no son necesariamente delincuentes, sino que cabe la posibilidad de que jóvenes desaprensivos que vemos a diario en nuestras calles envueltos en los efectos de los vicios de la droga y el alcohol lanzando “tiros al aire” como una forma de celebrar su libertinaje, sean parte de estos casos. 

Los que somos padres sentimos un profundo dolor e impotencia y es que en nuestra sociedad se ha perdido la formación de hogar que realmente es la que cuenta, estamos viviendo una crisis moral familiar. Los padres no tienen control de sus hijos y esto hace que la crianza descuidada guíe a los futuros hombres y mujeres por caminos torcidos y estos se conviertan en los autores de estas tragedias.   Solo nos resta invocar al Creador para que interceda con un “Milagro” para devolverle la salud a estos niños y  la tranquilidad a sus atormentados padres que aún se cuestionan, ¿Por qué le pasó esto a mi hijo?

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