Un mosaico de estilos

<p>Un mosaico de estilos</p>

MADRID, EFE.- La elegancia masculina del dúo Spastor, el glamour de Andrés Sarda, la moderna sofisticación de Locking Shocking, la sobria depuración de Antonio Alvarado y la mujer esencialmente femenina de Kina Fernández formaron un mosaico de estilos y gustos en Pasarela Cibeles.

Buen comienzo de una interesante penúltima jornada a cargo de Spastor que convencieron de nuevo con su perfecta colección, dirigida exclusivamente al hombre, en la que mostraron su madurez en el mundo de la moda.

Sobre una pasarela a un metro del suelo, Sergio Pastor e Ismael Alcaina, que rompieron su habitual negro con toques en gris y beige, sacaron unas propuestas de formas femeninas, compuestas de distintas modalidades de abrigo, acolchados que ciñen con finos cinturones, trencas, parcas, tres cuartos o plumíferos y jerseys de lana gorda.

 Un universo totalmente diferente es el planteado en su incursión en el mundo del cabaret por Andrés Sarda. El gusto, la delicadeza, buen hacer y finura del diseñador catalán volvieron a conquistar en una pasarela que es fiel seguidora de este creador que ha llevado la alta costura a la lencería y al baño.

Plumas de avestruz y cristales de Swarovski dieron la nota sublime a una colección confeccionada con sedas, tules bordados con pedrería, rasos o delicados encajes de Chantilly. Los tonos son los rosas empolvados, tierra, negros, rojos y malvas luminosos, que culminan en un juego de contrastes a la hora de salir a escena.

En “Bipolar”, el desfile-performance de Locking Shocking, el oro gana la partida al blanco mientras que el plata va desapareciendo hasta llegar a un negro total. Así expresan los madrileños Ana González y Óscar Benito que nada es tan bueno ni tan malo en una metáfora de su propio desorden y de su búsqueda del equilibrio

 Diseñadores y artistas comprometidos, han presentado en un escenario protagonizado por una gran calavera la que dicen es una de sus colecciones más elaboradas y sofisticadas, con una versión para pasarela más arriesgada y espectacular.

Abrigos y chaquetas de corte marcial, originales chalecos en tonos blancos junto a tejidos, que van de la suavidad del terciopelo y el cachemire al látex, y estampados metálicos, con ligeros toques de ocre y plomo para expresar una de las caras de su bipolaridad.

   Por otra parte, el plata y el negro, con trajes y gabardinas con predominio del negro e innovadores tejidos como flecos de pelo humano, representan el lado opuesto.

En otro cambio total de escenario, la gallega Kina Fernández ha querido vestir con su colección, la más corta de las presentadas por ella en Cibeles, a una mujer muy urbana y femenina que juega con las superposiciones, los volúmenes globo, las capas, los lazos que dan un aspecto más delicado.

Las tendencias generales de la moda, en las que predominan los vestidos y son escasas las prendas deportivas o los vaqueros, “favorecen a la mujer Kina Fernández, que le gusta vestirse extremadamente femenina, urbana, sofisticada y chic”, comentó a Efe la diseñadora.

“Majestic Black Room” ha llamado Antonio Alvarado unas propuestas en las que apuesta por seguir con la sobriedad y depuración, en cortes, jaretas, pliegues, recuperando una serie de técnicas de confección que enriquecen el tejido y que el diseñador sitúa estratégicamente para definir una nueva geografía corporal.

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