Santiago.- La Fiscalía de Santiago y la Policía Nacional desarticularon una importante red de tráfico de armas automáticas y de alto calibre, como parte de una intervención de inteligencia que dejó una persona muerta y otras dos heridas; una mujer y un agente policial.
En la operación que abarcó zonas de los municipios Licey al Medio, Santiago y Moca, provincia Espaillat, fue apresado uno de los cabecillas de la estructura delictiva.
La persona que cayó abatida por los agentes policiales es Octavio Guaba, quien, de acuerdo con el informe del Ministerio Público, al notar la presencia de las autoridades, disparó repetidas veces contra los equipos actuantes.
En la acción resultó herida una mujer que recibe atenciones médicas con un estado de salud estable y donde también un miembro de la unidad Swat resultó herido. Se desconoce la identidad de los heridos y del arrestado.
La investigación contra la organización criminal contó con la cooperación internacional del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos y llevaba en curso poco más de un año, con numerosas acciones que incluyeron la vigilancia, el análisis de audios de interceptaciones telefónicas, y otras estrategias.
En los más de 10 allanamientos ejecutados por los fiscales dominicanos se ocuparon 22 armas de diferentes calibres, incluyendo 9mm tipo Glock automáticas, las cuales fueron ingresadas al país en tanques a través de compañías de envío o Shipping, y luego distribuidas por la red que, además, integró a sus actividades criminales a varios familiares que también fueron detenidos.
Además de las armas los organismos ocuparon dinero en efectivo, vehículos y varios tanques con caletas o doble fondo, los cuales eran utilizados para transportar las armas ilegales.
La permanente vigilancia electrónica de estos criminales permitió identificar a los miembros de sus familias pertenecientes en la red y las casas utilizadas para almacenar las armas, informó el Ministerio Público en un comunicado.
Recordó que el tráfico de armas de fuego constituye en sí mismo un potenciador de la violencia, la inestabilidad social y la inseguridad, por lo que los fiscales, en su firme compromiso e interés por salvaguardar la integridad de los ciudadanos, seguirán persiguiendo y enfrentando a estos grupos criminales.