Río de Janeiro, (EFE).- Al menos una persona murió y otras 38 sufrieron heridas cuando un grupo de delincuentes que huía de la policía en un coche robado atropelló a decenas de transeúntes que participaban en el ensayo de una de las escuelas de samba del Carnaval de Río de Janeiro, informaron hoy fuentes oficiales.

Pocos minutos después del atropellamiento, un artefacto hizo explosión anoche en el mismo local, lo que elevó el número de heridos hasta 44, según el boletín de la Policía Civil del estado de Río de Janeiro.

De acuerdo con la estatal Agencia Brasil, el artefacto, del que se desconoce si era una granada o una bomba casera, al parecer fue lanzado por los delincuentes en fuga pero por razones que se desconocen tan sólo hizo explosión cuando los socorristas atendían a las víctimas del atropellamiento. Los ladrones aprovecharon que la policía se detuvo para atender a los heridos para huir.

El hecho ocurrió en Madureira, un barrio en la zona norte de Río de Janeiro en el que está la sede de Portela, una de las escuelas de samba más tradicionales entre las que animan el Carnaval de Río de Janeiro. La mayoría de las víctimas participaba en uno de los últimos desfiles del ensayo que Portela realizará de aquí a siete días en el sambódromo para intentar conquistar el título de mejor escuela de samba del Carnaval de 2012.

Los asaltantes, que viajaba a alta velocidad, invadieron una calle de Madureira que había sido bloqueada al tránsito para el ensayo de Portela y, sin salida, terminaron avanzando hacia las decenas de personas que participaban en el ensayo carnavalesco.

Según los testigos, numerosas personas, que no tenían cómo huir, fueron lanzadas al aire a medida en que el vehículo robado avanzaba hacia la multitud. Pese a que los socorristas del Cuerpo de Bomberos llegaron rápidamente al local, una mujer de 64 años identificada como María Helena dos Santos murió antes de ser trasladada a un hospital.

La explosión del artefacto en momentos en que los bomberos atendían a los heridos provocó pánico entre las personas que aún permanecían en el local y que corrieron hacia diferentes direcciones.

Uno vendedor ambulante que estaba a pocos metros del local de la explosión sufrió numerosas heridas por esquirlas del artefacto y está hospitalizado en estado grave. Según la secretaría de Defensa Civil de Río de Janeiro, la mayoría de los heridos sufrió fracturas y raspones. EFE