Un pastor evangélico y dueño de un colmado fue muerto anoche en Blanco, Bonao, cuando acudió a auxiliar a un hijo que estaba siendo agredido por varios atracadores. Ezequiel Contreras, de 70 años, recibió un balazo. Su hijo, Roberto Contreras, fue herido y también su compadre Aridio Jiménez y el cabo policial Pedro Sosa Gutiérrez. Los asaltantes andaban en minibús del transporte público. Uno de ellos fue apresado cerca de Bonao.
BONAO. Un hombre fue muerto a tiros y otros dos fueron heridos por cinco hombres que asaltaron anoche un colmado en la comunidad de Blanco. Un agente de la Policía resultó herido poco después en un tiroteo con los atracadores.
El muerto fue el pastor evangélico Ezequiel Contreras de 70 años. Los heridos son su hijo Roberto Contreras, de 37 años; Aridio Jiménez, de 67, y el cabo policial Pedro Sosa Gutiérrez de 25 años.
Los cinco hombres, que se desplazaban en un minibús, se presentaron alrededor de las 8:00 de la noche al colmado propiedad de Contreras. El colmado era atendido por su hijo Roberto, a quien encañonaron, ataron y amordazaron, golpeándolo a palos para obligarlo a buscar el dinero de la venta del día y mercancías.
En eso se presentó al lugar su padre a quien los asaltantes le dispararon a quemarropa.
Su compadre Aridio Jiménez, quien se encontraba en las cercanías, acudió en su auxilio y recibido por los asaltantes con un cartuchazo en la cadera. Está interno en el Centro Médico Bonao.
Persecución. Tan pronto los malhechores cometieron el hecho trataron de escapar, pero fueron perseguidos por una patrulla policial que les dio alcance en la comunidad de La Salvia, donde se originó un tiroteo en el que resultó herido el cabo Gutiérrez. recibió herida de perdigón en la cara. Uno de los asaltantes, Andrés Carrasco Alcantara, fue detenido. La Policía ocupó un minibús, placa I010103, marca Hyunday, en el que transportaban mercancías robadas en el establecimiento asaltado, una escopeta y varios celulares.