¿Un mundo basado en reglas?

¿Un mundo basado en reglas?

Eduardo Klinger Pevida

Reglas: si se refieren al cumplimiento universal de las establecidas tanto por la ONU como por la Organización Mundial de Comercio – OMC – se podría pensar que avanzamos hacia un mundo estable, pacífico, basado en la cooperación y el esfuerzo común por el bienestar de toda la humanidad. Pero no es así.

Los abanderados de reglas y valores se sustentan en principios y objetivos diseñados por un grupito de países que por muy ricos y poderosos aspiran a dirigir y gobernar al mundo acomodándolo a sus intereses geopolíticos. Para que unas reglas sean aceptadas deben ser sustentadas por todos y todos, absolutamente todos, deben ajustarse a ellas y respetarlas. La ONU es la fuente de derecho internacional por excelencia, sus principios son valederos pero el grupito de naciones poderosas intenta sustituirla e imponer, no reglas sino intereses.

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No puede hablarse de reglas justas en un mundo donde por 62 años se le ha impuesto a Cuba un bloqueo brutal para asfixiar al pueblo para que explote. La mayor prueba del cinismo en que se ha sustentado es como la justificación ha ido cambiando según ha cambiado la coyuntura geopolítica global. ¿En qué derecho se sustenta designar un “presidente encargado” por encima de la soberanía de Venezuela? ¿Las grandes potencias, candidatas a la gobernanza global, van a renunciar a intervenciones unilaterales violando soberanías y el derecho a la autodeterminación que establece la ONU y que tantas veces han violado? ¿La OTAN renuncia a ataques como a Serbia en 1998 con salvajes bombardeos de su capital sin declaración de guerra? La OTAN no puede olvidar que en el ataque a Serbia la desgajó arbitrariamente de una provincia para proclamar una república que 25 años después más de 100 naciones no reconocen, incluyendo miembros de la propia Organización.

Para reclamar hay que dar ejemplos.

Esos aspirantes a ejes del mundo definieron las normas del comercio mundial y son, ahora, los que más las violan imponiendo sanciones unilaterales y prácticas proteccionistas bajo subterfugios que, cuando otras partes los utilizan como respuesta se ofenden. Todos los derechos humanos son iguales: los civiles, políticos económicos, sociales y culturales. Es inmoral que los muy ricos arrastren enormes bolsones de pobreza en sus opulentas sociedades. La lamentable crisis de Ucrania ha mostrado la abundancia de recursos disponibles para la guerra, pero no disponibles contra la pobreza y frenar el deterioro climático. ¿Reglas? ¿Normas?

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