Un mundo por descubrir… y proteger

Un mundo por descubrir… y proteger

EFE.  Reportajes. Los arrecifes de coral, las montañas submarinas o las praderas de fanerógamas (plantas submarinas) son algunos de los paisajes submarinos más importantes que, al día de hoy, se encuentran en un proceso de degradación alarmante debido, principalmente, a la acción humana.

El medio ambiente se ve cada día más impactado por la acción humana lo que, en ocasiones, conlleva daños irreversibles. A pesar del general desconocimiento que se tiene al respecto, determinadas áreas submarinas están  amenazadas por una serie de comportamientos de los que, en la mayoría de los casos, se desconoce por completo su posible impacto medioambiental.

Ecosistemas de carácter mundial.  Estos hábitats submarinos se encuentran diseminados alrededor del globo terráqueo de tal forma que, según indica José Luis Sánchez, director del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, en España, “en cada zona podemos encontrar un ecosistema propio dependiendo de las características del área en cuestión. Por ejemplo, en las zonas tropicales es común encontrarse con arrecifes de coral, mientras que éstos no son propios de zonas frías”.

Por otra parte, Celia Ojeda, responsable de océanos de Greenpeace, asegura que “los ecosistemas submarinos más importantes suelen encontrarse en zonas donde la profundidad es mayor, como es el caso, por ejemplo, de las montañas submarinas”.

La proliferación de estos paisajes submarinos a lo largo y ancho del planeta es vital ya que, según comenta a Efe Ana de la Torriente, científica marina de la organización Oceana, todos estos lugares, sea cual sea su localización, son importantes. Cada uno  cumple una función muy importante para diversas especies: como lugar para vivir, para reproducirse o para esconderse de posibles depredadores.

Fuentes de vida en estado de alarma.  La riqueza de estos lugares reside, generalmente, en la gran cantidad de aspectos de los que son partícipes. Según  José Luis Sánchez, “aportan biodiversidad, pero también muchos bienes intangibles en lo que se refiere a CO2 y nutrientes, además de potenciar la industria pesquera del planeta, influyendo, por tanto, en la economía mundial”.

A pesar de su gran valor como fuentes proporcionadoras de vida y biodiversidad, Ojeda explica que “a los océanos les impactan varios problemas, como, por ejemplo, la sobrepesca o el cambio climático”.

Consecuencias.  Expertos coinciden en que las consecuencias derivadas de la degradación y posible desaparición de algunos de estos hábitats submarinos “pueden ser devastadoras”, ya que,  como señala Celia Ojeda, “se trata de zonas prioritarias de conservación puesto que existen muchas especies que desconocemos y que encuentran en estos lugares su hogar y fuente de alimentación”.

La científica marina de Oceana indica  que “en lo que a protección de hábitats se refiere el Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas de 1992, establecía que, para 2012, los estados deberían haber protegido el 10 % de las regiones ecológicas marinas existentes. 

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Responsabilidad

El medio ambiente, su protección y conservación es la asignatura pendiente de una política mundial que, al contrario de lo que se podría pensar con las medidas  adoptadas en los últimos años, parece no estar actuando con la fuerza y la premura necesarias, poniendo así en peligro, no sólo la subsistencia de la biodiversidad actual sino, también, el futuro de nuestro planeta.

Las claves

1. Paisajes

“Todos estos paisajes submarinos son importantes, puesto que si deseamos proteger una especie, lo principal será socorrer su hábitat”, asegura Ana de la Torriente, científica marina de la organización Oceana.

2.  Protección

La protección y conservación del medio ambiente es uno de los principales objetivos en lo que a política medioambiental internacional se refiere.

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