Un muro a la ineficacia

Un muro a la ineficacia

LEO BEATO
“El muro de la frontera entre los EE.UU. y México será un símbolo al desperdicio (US $7,000 millones) y a la ineficacia”. Así afirma un alto funcionario del Foro Nacional de la Inmigración de Washington, D.C. Ese proyecto de ley conocido como “el monstruo de las 700 millas”, es una propuesta del Representante republicano por el Estado de Wisconsin, James Sesebrenner, y se esta convirtiendo en un monumento a la falta de sentido común que es aparentemente el menos común de todos los sentidos humanos. Sobre todo si se tiene en cuenta que el 45% de los mal llamados “indocumentados” (11 millones actualmente) han entrado a los EE.UU. legalmente (con visa) y por los aeropuertos, aunque después hayan decidido quedarse en territorio norteamericano.

Además, ninguno de los terroristas de S/11 penetró por la frontera ni existe ni ha existido una conexión entre éstos y Latinoamérica. En otras palabras, que los llamados terroristas no penetran ni jamás han penetrado por la frontera. Entonces a qué se debe tanta fanfarria en el Congreso norteamericano sobre la construcción del referido muro de la discordia? El 90% de los republicanos en la Cámara de Representantes votó por el proyecto del muro divisorio como medida de contención a la penetración de inmigrantes, haciéndose eco del 92% de los estadounidenses que apoyan medidas más estrictas en contra de los inmigrantes indocumentados  Sin embargo, escuchemos las palabras del profesor Douglas S. Massey, de la Universidad de Princeton:

“Hace diez años se incrementó el presupuesto de la Patrulla Fronteriza en un 383% y, sin embargo, la inmigración ilegal a través de la frontera se duplicó con creces”. La solución para detener el flujo constante y contínuo de inmigrantes parece ser claramente el contribuir al desarrollo integral de Latinoamérica, haciendo innecesario el desplazamiento constante de sus trabajadores hacia los EE.UU. donde el ingreso per capita es cinco veces más alto y la necesidad de la mano de obra barata es una condición necesaria para el crecimiento económico del Producto Interno Bruto (PIB).

En su discurso del Estado de la Unión, el presidente George Bush se refirió a “una mayor protección de la frontera” y rechazó la posibilidad de una amnistía general como la que gestionó Ronald Reagan en el 1988. “El caso de los inmigrantes se ha convertido en el chivo expiatorio por excelencia, sobre todo cuando se trata del terrorismo aunque una cosa no tenga nada que ver nada con la otra” opina P. Kelley un abogado criminalista que teme que muchos inmigrantes indocumentados serán considerados criminales cuando el proyecto de ley mencionado sea aprobado por el Senado norteamericano. “Atenta contra las raíces mismas de la nación norteamericana donde mas del 80% proviene de familias de inmigrantes”. Además, tiene características absurdas cuando se constata que la frontera entre México y los EE.UU. contiene más de 2,000 millas y el muro propuesto solamente cubrirá apenas 700 millas. Es decir, que esta barda no va a ser suficiente para contener el ingreso de inmigrantes desde el otro lado del Río Grande. Más bien, ese muro fronterizo servirá como símbolo de incomprensión entre los países latinoamericanos y los EEUU. Un símbolo de desperdicio económico que no contribuirá en lo mas mínimo al propósito anunciado por la Cámara Baja del Congreso norteamericano.

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