París. Si el referéndum griego se saldara con un “no, puro”, supondría “la catástrofe inmediata” para Grecia porque la posición de fuerza de su Gobierno para renegociar sería ilusoria, según el anterior presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.
En una entrevista publicada hoy por “Le Monde” dentro de una edición especial dedicada a la crisis griega, Trichet cuestionó la pretensión del primer ministro, Alexis Tsipras, de que con el triunfo del “no” mañana dispondría de un mandato para negociar un acuerdo más favorable a sus posiciones.
“Como la credibilidad de Grecia se ha visto dramáticamente disminuida con las peripecias precedentes, cualquier debilitamiento del acuerdo en términos económico y presupuestario corre el riesgo de no convencer a nadie y de no restablecer la confianza”, señaló.
El funcionario que estuvo al frente del BCE de 2003 a 2011 dijo ser un ardiente defensor del “sí” como francés y europeo, e insistió en que de ganar esa opción habría que acelerar la marcha para un compromiso “indispensable” entre las partes para restablecer lo más rápido posible la confianza a escala nacional, europea e internacional.
Preguntado sobre el riesgo de una salida de Grecia del euro para la moneda única, estimó que “relativamente débil a corto plazo”, porque frente a la crisis de deudas soberanas que se vivió en 2010-2011, ha habido “grandes avances” en la resistencia económica y financiera.
“El verdadero riesgo de la salida de Grecia es sobre todo geopolítico” ya que se vería “gravemente afectada la credibilidad misma de Europa en el terreno geoestratégico”, señaló.
De hecho, se demostraría que la Unión Europea y las instituciones de la zona euro “son incapaces de gestionar de manera ordenada un problema relativamente menor».
Para Grecia, acarrearía “sufrimientos considerables” cuando el país había hecho “esfuerzos muy importantes” que le estaban permitiendo equilibrar las cuentas externas y esperar crecimiento y creación de empleos.
Según las anticipaciones de Trichet, se generaría una escasez de euros que obligaría a encontrarle sustitutos, habría “una contracción enorme del PIB” (producto interior bruto), los ingresos de los griegos en términos reales “se hundirían” mientras habría una escalada de los precios de los productos importados.
El mecanismo del colapso financiero sería la insolvencia de los bancos, al no poder seguir siendo financiados por el Eurosistema. “Espero -señaló el expresidente del BCE- que el Gobierno griego sea consciente de las dificultades enormes que habría que afrontar».