El mundo entero está pendiente a ese nuevo amanecer que se ve venir para elpróximo enero 2021 con la nueva administración, fruto de unas elecciones donde se han puesto en juego los valores de la nación norteamericana.

Los que amamos a los Estados Unidos, porque fuimos formados allá en gran parte de nuestros estudios superiores, estábamos escandalizados de la inversión de valores y de los desaciertos de este Gobierno que, gracias a Dios, está finalizando.

Muchos grandes hombres y mujeres que ha dado esa nación, se han referido en todo el siglo XX y XXI al Alma de la Nación, y han hecho referencia a valores que se han pisoteado en estos últimos cuatro años.

No hay espacio en estas reflexiones para señalar esas grandes virtudes de esa nación y que todos sentimos respirar al pisar esas tierras, o sea ese aire puro de un país que se ha respetado a sí mismo por sus leyes y su libertad y donde todo el que vale ha llegado donde ha querido, y donde las luchas por la dignidad no han sido en vano. Esas mismas libertades han producido grandes tragedias, ¡es cierto!

Muchísimos critican al imperialismo yanqui en el mundo entero pero todos quieren vivir allá, aun poniendo en juego la vida. Es la gran nación de las oportunidades para todos. Y todo eso se está perdiendo en estos últimos cuatro anos.!

Nuestro país no puede perderse en lo que es la política exterior con la nación que nos ha acogido a nosotros y a nuestro comercio exterior.

Hemos tenido malos momentos con ellos por torpezas transitorias de algunos mandatarios y representantes diplomáticos. Hay que reconocer que como excepción de algo bueno en este Gobierno, debemos hacer notar una excelente representación en la persona de la embajadora americana, que ha estado pendiente a todo lo que le toca por su importante posición.

No sabemos si es católica, protestante, testigo de Jehová, evangélica o atea. Tampoco ha hecho alardes de sus preferencias sexuales. No nos interesa. En contraste, basta citar el caso de una lamentable representación en el pasado que quiso predicar estilos de vida y familia que no representan la mayoría en este país.

Nos hace ilusión que este nuevo Gobierno dominicano que elegimos en este verano va a encontrar en el nuevo gobierno del país del Sueño Americano, a un excelente aliado para crear un excelente ambiente que fortalezca el desarrollo, la dignidad, la democracia, la seguridad regional y la hermandad entre ambos pueblos.