Un nuevo año de esperanzas

Un nuevo año de esperanzas

Entramos en  el nuevo año 2010, es un año lleno de esperanzas de superación y cambios favorables. La crisis económica  que nos envuelve desde hace más de un años parece que mejorará en el devenir del año que se inicia.

Será también el 2010 el año en que los dominicanos estrenaremos nueva Constitución que traerá renovaciones importantes en el orden legal para los ciudadanos en general.

Será asimismo el nuevo año un año electoral, donde renovaremos el Congreso y los municipios, con la esperanza de que los  electos  puedan servir de manera más eficaz a sus conciudadanos.  La diferencia con otras elecciones de medio tiempo, será que ésta  es por seis  años, para reparar la improvisación del 1994 que mutilara el periodo presidencial en dos años.

Como se ve, los dominicanos iniciaremos un nuevo año con cambios sustanciales en nuestro sistema político, que realmente no sabemos si funcionaran del todo bien, pero que por lo menos tienden a renovar y si se quiere modernizar, las estructuras básicas del Estado.

Sin embargo, los dominicanos también esperamos que el gobierno mejore algunas cosas que no andan bien. La seguridad ciudadana ha decaído a niveles verdaderamente alarmantes, en ocasiones parece habérsele ido de las manos a las autoridades, y esto  no es bueno, por lo tanto debe ser prioridad del gobierno ofrecerle a la ciudadanía mayores niveles de seguridad, combatiendo con energía y sin temor  la delincuencia en general.

El narcotráfico y consumo de drogas parece ir en aumento y aunque hay que reconocer los esfuerzos de las autoridades en el combate de los mismos, luce no haber sincronización entre el poder judicial y los departamentos encargados de controlar este grave flagelo.  Se reclama una modificación en los códigos judiciales que permitan mayores y más efectivas sanciones, y este reclamo es justo y necesario. Los partidos políticos deben dedicar más tiempo y energía a planes institucionales.

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