Un nuevo reto: la mente organizada

Un nuevo reto: la mente organizada

A los comunicadores que trabajan por una patria grande

– Parte I –

Desde el inicio de la humanidad, el ser humano ha necesitado la toma de decisiones que pueden ser catalogadas de insignificantes, qué vestir, qué comer. La cantidad de decisiones que debemos tomar ha aumentado exorbitantemente, especialmente para los jóvenes, quienes están sumergidos en la era digital. Por lo tanto, la pregunta lógica que debemos plantearnos es: ¿qué tanta información podemos manejar? En medio de nuestras labores investigativas junto a jóvenes excepcionales a quienes servimos de mentor, hemos encontrado un libro titulado “The Organized Mind” de Daniel Levitin, que hace frente a esta incógnita. En los siguientes artículos trataremos de relacionar sus hallazgos con nuestras experiencias.

Muchos hemos adoptado una estrategia que llamamos “satisfacer”, término acuñado por el Premio Nobel Herbert Simón, quien buscaba una palabra para describir no la mejor opción, pero sí aquella que fuera lo suficientemente buena.

Un reciente estudio en Psicología Social ha demostrado que las personas más felices no son aquellas que más poseen, al contrario, son aquellas que son felices por lo que ya tienen. La satisfacción es una herramienta para no perder tiempo en cosas que no son prioritarias.

Todo lo que ignoramos y decidimos viene con un costo. Nuestras mentes tienen la habilidad de procesar la información, pero a cambio de un precio podemos tener problemas separando lo trivial de lo importante: procesar todas las informaciones que se generan pueden cansarnos. Las neuronas son células vivas, con su metabolismo. Necesitan oxígeno y glucosa para sobrevivir y cuando ellas trabajan duro, nosotros experimentamos fatiga.

Es por ello que la atención es el recurso mental más esencial para cualquier organismo. Ésta determina con cuáles aspectos del ambiente nosotros debemos lidiar. Y la mayor parte del tiempo, diversos procesos automáticos subconscientes nos ayudan a tomar la decisión correcta sobre lo que pasa a través de nuestra conciencia. Para que esto ocurra, un millón de neuronas están constantemente monitoreado del exterior para seleccionar en qué debemos colocar toda nuestra atención, por eso, en su conjunto, son un filtro de atención.

Hoy en día, nuestros filtros son fácilmente sobrecargados. Las personas exitosas emplean a otros cuyo trabajo es reducir esta carga. Esto es, líderes políticos, estrellas de cine, cantantes, etc. cuyo tiempo y atención están especialmente valorados, requieren de extensiones efectivas de sus propias mentes. Sin embargo, ¿qué hará el resto para mejorar la organización de sus mentes?

Dos de los más cruciales principios que debemos saber y en los que se basa el filtro de atención es el cambio y la importancia. La mente es una exquisita detectora del cambio. Si estás manejando y, de un momento a otro, la calle se siente rocosa, ésta, de inmediato, se da cuenta y envía señales a tu sistema de atención para que se concentre en el cambio.

El segundo principio es la importancia, algo que no es, objetivamente, importante sino algo que es, personalmente, importante para ti. Es tan sofisticado este principio que es capaz de monitorear diferentes conversaciones al mismo tiempo; su semántica, contenido, y dejarnos saber solo lo que cree que uno quiere saber acerca de estas.

Aunque los psicólogos cognitivos hablan de un punto ciego, que es cuando nuestra mente nos esconde cosas a las cuales no les prestamos atención, simplemente porque no podemos estar al tanto de todo: las llaves, los pasaportes, los recibos, el dinero. Cometemos un gran número de fallos de atención porque no usamos estos dos principios a nuestro favor.

La categorización nos reduce el esfuerzo mental y el estrés ante el flujo de datos. ¡Adelante! ¡No somos la primera generación de humanos que se queja de tanta información!

Investigadora asociada: Andrea Taveras Pichardo.

 

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