Rica en recursos y pobre en población, la provincia de Pedernales está destinada a convertirse en uno de los principales destinos turísticos del Caribe.

Pero así como es diferente la belleza de esta zona a la del resto del país y de la región, así de diferente deberá ser el desarrollo de su potencial turístico. No es lo ideal para quienes solo busquen sol y playa, aunque aquí están algunas de las mejores playas del mundo.

Tampoco para quienes quieran palmeras y todo incluido. Es una región para quienes aman la naturaleza, la diversidad y la belleza que solo es capaz de pintar la naturaleza.

Pedernales está situada al extremo Suroeste de la República Dominicana, en la región de Enriquillo, que comparte con Barahona, y en la frontera con Haití.

Con una extensión de 2,042 kilómetros cuadrados, de acuerdo al censo del 2002, contaba entonces con una población de poco más de 21 mil habitantes, que, de acuerdo a las proyecciones, para el 2007 debía ser de 23 mil personas, la mayor parte de las cuales, unas 14 mil, viven en la zona urbana, y apenas 6,700 en la zona rural.

Para todos los gustos.  Pedernales cuenta con una diversidad de paisajes y microclimas que pueden ser la envidia de cualquier otra zona del país y del mundo.

 Desde el “Hoyo de Pelempito”, con temperaturas muy frías,   las lomas cubiertas de bosque seco, la mayoría, y bosque y húmedo, algunas, hasta las joyas de la zona, las playas de Cabo Rojo y, sobre todo, la aun virgen Bahía de las Aguilas, considerada una de las mejores del mundo y codiciada por propios y extraños. Además de su potencial turístico, Pedernales cuenta con minas de bauxita y piedra caliza, y una variada producción agropecuaria que incluye los famosos plátanos de esa zona, habichuelas, ajo, papas y hortalizas, además de ganado vacuno y caprino. Sus bosques permiten aún la caza de chivos, gallinas y guineas silvestres.

También es abundante la pesca en la zona, siendo una de las actividades económicas más importante de la zona.

Orgullo de mi Tierra.  La fragilidad de los ecosistemas de esta zona, caracterizada por poseer una gran cantidad de especies endémicas, muchas amenazadas, ha motivado que la mayor parte del territorio de la provincia sea área protegida y, por tanto, requiera de ciertos controles para su uso y explotación.

Tras años de discusiones, planes de desarrollo fallidos y las esperanzas de sus residentes truncadas, parece que ya sí se están en marcha los planes de desarrollo turístico, no solo de esta provincia, sino de toda la región Suroeste.

Protagonista, junto a Barahona, de la actual campaña “Orgullo de mi Tierra”, que desarrolla el Centro Cuesta Nacional, que tuvo como primera protagonista a Samaná, Pedernales comienza a ver los frutos de esta campaña.

La titulación de los terrenos de Bahía de las Águilas no será problema, puesto que el desarrollo turístico se contempla a partir de la playa de Cabo Rojo, donde el problema es la planta cementera que se encuentra allí ubicada, y cuyos ejecutivos se resisten a mudarse.

Sin embargo, tanto el gobernador provincial, Francisco Jiménez, como el director ejecutivo del Clúster Ecoturístico de Pedernales, Antonio Trinidad, están convencidos de que estas dificultades serán superadas. “Tenemos mucho tiempo esperando, ha habido innumerables dificultades, promovidas incluso desde el Congreso, pero creemos que ahora sí hay voluntad política para lograr el desarrollo turístico de Pedernales”, afirma el gobernador Jiménez.

Ya hay varios proyectos que cuentan con sus respectivos estudios de impacto ambiental, especialmente uno impulsado por inversionistas canadienses, originalmente mineros, pero que, ante el potencial de la región, decidieron incursionar en el turismo.

Este, como la totalidad de los proyectos que se contemplan en la zona, deberá ser amigable con el medio ambiente y de baja densidad.

Con la gente.  A diferencia de lo ocurrido en los polos turísticos desarrollados en el país, los propulsores de esta región están conscientes de la necesidad de que el desarrollo de esta industria se haga con la participación del pueblo, y defendiendo siempre el medio ambiente, como su principal patrimonio y el derecho de la gente a disfrutar de esos recursos. También hay consenso sobre la necesidad de enfocarse en el ecoturismo, en todas sus manifestaciones, combinado con el turismo cultural. Sin embargo, junto a la incursión del sector privado, la provincia está urgida de la inversión estatal en la mejoría de la infraestructura, como carretera y caminos.

La cifra

125 Es el número  habitaciones conque cuenta Pedernales actualmente para alojar a quienes la visitan para conocer sus atractivos. Esto incluye casas habilitadas.

Las claves

1. Atractivos

Entre otros atractivos, Pedernales cuenta con las islas de Alto Velo y Beata, Parques  Jaragua y Sierra de Bahoruco, Hoyo de Pelempito, Laguna de Oviedo, las playas y cuevas con pictografías.

2.  Debilidades

La distancia de la capital la capital, las pocas vías de acceso, y la falta de infraestructuras.

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Orgullo de Mi Tierra

El Centro Cuesta Nacional presentó recientemente su segunda versión del programa Orgullo de Mi Tierra, que dedica esta vez a las provincias de Pedernales y Barahona. Los pedernalenses pudieron disfrutar el pasado viernes 6 de agosto de un documental en el que se destaca la belleza natural de esta zona, su potencial turístico y económico, su cultura, gastronomía, su historia y las características de su gente. También pudieron disfrutar de un vídeo clip de una canción dedicada a ambas provincias, compuesto por Frank Ceara, quien la interpreta junto a Audrey Campos. Vicky Malla, vicepresidenta de Responsabilidad Social de CCN,  habló sobre la necesidad de que se haga conciencia  de que tanto Pedernales como Barahona deben desarrollar un modelo de turismo sostenible. Destacó que una parte importante del proyecto Orgullo de Mi Tierra va orientado a utilizar el sistema educativo nacional como zapata para promover las riquezas que nos identifican como nación. El proyecto incluye una guía ecoturística y cultural, con un inventario de los atractivos de ambas provincias. Dos libros de fotografías, uno por cada provincia, una colección de ropa para damas, caballeros y niños, diseñados por Carlos de Moya, una vajilla pintada en acuarela por Radaisis Martínez, y bolsas reusables  para la compra.