LUIS GONZÁLEZ
El llamado fenómeno de la Globalización ha tenido como su lado más visible el negativo, no obstante del mismo se han desprendido situaciones positivas. El hecho de que por reacción a sus graves efectos se haya retomado el tema de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es un indicio de que quizás tengan razón los que pregonan que no hay mal que por bien no venga. Pero, ¿qué es eso de Responsabilidad Social Empresarial?

Es el modo en que la empresa se relaciona e impacta en la sociedad a través de sus prácticas, es la actitud de una empresa dispuesta a asumir de manera voluntaria las obligaciones que contrae con los distintos sectores sociales involucrados en su actividad. ¿Por qué decimos que este tema se está retomando y no iniciando, como muchos creen? Porque si bien es cierto que nunca ocupó los primeros lugares en la opinión pública, no es menos cierto que por mucho tiempo se discutió la necesidad de que las empresas jugaran un papel más activo y responsable ante los problemas sociales. La crisis económica subsiguiente a la Segunda Guerra Mundial y los cambios que se dieron en el mundo a finales de los 60, generaron cambios en el debate sobre RSE. No obstante, es después del fin de la Guerra Fría que surge la necesidad de colocar el tema de la RSE en un sitial de primer orden en la agenda global. En 1999 el entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, propuso en el «Foro de Davos» la idea de lanzar un «Pacto Global» entre las Naciones Unidas y el empresariado mundial. Con dicho pacto, se intenta promover la RSE a fin de que el mundo de los negocios pase a formar parte de la solución de los retos que plantea la globalización.  El presidente Leonel Fernández, conocedor de la importancia que reviste para el desarrollo de una sociedad que la empresa privada asuma una mayor responsabilidad social, se comprometió con la idea de Kofi Annan y comenzó a promover el «Pacto Global», desde principios de 2004, antes de ser electo. Hoy, el «Pacto Global de las Naciones Unidas en la República Dominicana», es una realidad. Está constituido por 143 empresas, seis ONG y 3 universidades. Felicitamos a los que han firmado el Pacto, porque con esa actitud asumen el compromiso con el desarrollo nacional y humano sostenible. Exhortamos a los que no lo hayan hecho que lo hagan, poniéndose en contacto con el Lic. Luis Manuel Bonetti, secretario Administrativo de la Presidencia. Sólo nos queda esperar, que no se quede en la firma, y que esa voluntad expresada se convierta en realidad.

 El presidente Leonel Fernández, en discurso pronunciado en «la Primera Conferencia Dominicana de Responsabilidad Social Empresarial», en mayo del año 2005, se refirió al tema en el mismo sentido de nuestra preocupación: «esa responsabilidad social empresarial empieza primero con una ética empresarial que significa pagar los impuestos, que significa tener transparencia en sus transacciones financieras, significa llevar auditorías rigurosamente profesionales, bien llevadas, correctas, tener rendición de cuentas» y luego agregó: «sabemos que ser transparente, rendición de cuenta, auditorías periódicas aún tampoco eso es suficiente, tiene que haber algún tipo de vinculación entre las empresas y las comunidades donde esas empresas funcionan». Llegó la hora de la República Dominicana que todos soñamos y que entre todos podemos construir. Esta es una gran oportunidad para el empresario dominicano de ser competitivo, sirviendo a su pueblo.