Muchos dominicanos consideran a los Estados Unidos como su segunda patria, pues la inmigración criolla en esa nación es alta.
Los lazos son estrechos y los dominicanos han encontrado en varias ciudades de los Estados Unidos, principalmente en Nueva York, un lugar donde vivir y tratar de alcanzar el llamado “Sueño Americano”, que les permita una mejor existencia a las que tenían en su país natal.
Es por esto que los actos violentos que suceden en los Estados Unidos duelen a los dominicanos, como el ocurrido el pasado fin de semana que nos hace pensar que esa nación es un país de locos, pues las actividades sangrientas que se escenifican frecuentemente son alarmantes.
Todas las naciones del mundo tienen sus mentes criminales, asesinos en serie, mentes dañadas por las drogas, patologías de conductas aberrantes, resentidos sociales, amargados, en fin, gente cuyas cabezas no andan bien. Pero es en los Estados Unidos donde al año se producen miles de muertes violentas, secuestros, gentes desaparecidas, entre ellos muchos niños. También, donde aparece un jovencito, entra a su escuela y porque le da la gana mata a condiscipulos, profesores y todos los que se encuentran a su paso. Es asimismo la tierra en la que un resentido social sube a la azotea de un edificio y con un arma poderosa tira a matar a todos los que circulan por el lugar donde se ha ubicado, como si fuera cazando palomas en un parque público. Igualmente siembran terror en restaurantes de comida rápida y asesinan familias enteras,
Secuestran aviones y se estrellan en altas torres, como beberse un vaso de agua, explotan edificios, forman sectas peligrosas que terminan en horrorosas muertes de niños y adultos, y muchas diabluras más, porque realmente son actos diabólicos, y hasta matan a sus presidentes. Todo el mundo tiene en su casa un arsenal de guerra, hasta los niños tienen acceso a armas de fuego. Lo ocurrido en un salón de diversión, donde murieron unas 50 personas, fue realmente una gran locura.