¿Un país real o imaginario?

¿Un país real o imaginario?

El COE es muy eficiente anunciando alertas verdes, amarillas o rojas y se desvive por hablar de prevención en los medios de comunicación, las que en algunos casos se traducen en desplazamiento de gente en las riberas de los ríos. Pero cuando llega el desastre, los miles de damnificados pasan al olvido. Por eso, hay damnificados de inundaciones de 5,10 y 20 años atrás que viven como animales. 

Con las copiosas lluvias hay hoyos en todas las avenidas de la ciudad y abundante lodo y basura en los barrios del amplio cinturón de miseria que bordea el Distrito y sus provincias. Pronto veremos el asfaltado completo en las avenidas, pero los barrios tendrán que esperar que brille el sol para que el lodo se seque y la basura se queme. Por eso las desigualdades se agudizan y las apariencias se multiplican.

En las comunidades rurales, los problemas que causan las lluvias son aún más graves porque los caminos vecinales se hacen intransitables, se inundan las cosechas y las casas se desploman, pero eso no cuenta en la contabilidad electoral del Gobierno.

El Lago Enriquillo es el mejor ejemplo. La comunidades en su alrededor tienen años reclamando una solución al problema de las inundaciones causadas por la subida del lago, que ha arrasado miles de hectáreas de tierras productivas. El Presidente y su gabinete han visitado la zona decenas de veces, pero nada se ha hecho ya que se trata de una región casi despoblada de dominicanos por el abandono oficial y donde la frontera ha dejado de existir.   

La miseria humana convierte parques, avenidas y aéreas comerciales de las ciudades en mercados improvisados que crean grandes tapones en el tránsito, acumulan toneladas de basura que obstruyen los desagües y una promiscuidad y hacinamiento donde se multiplican las enfermedades. Todo ello frena el desarrollo del negocio formal y haitianiza rápidamente lo que una vez se llamaría el Nueva York chiquito.  

El costosísimo parque, con restaurantes y bares, que el PLD construyó sobre el elevado de la 27 de Febrero, entre la Lincoln y W. Churchill, está convertido en un basurero y la infraestructura totalmente destruida. Pero al mismo tiempo se invierten miles de millones de pesos en más elevados y túneles de la misma avenida, donde el tránsito sigue caótico en muchas de sus esquinas, ya que el problema no se resuelve con obras sino con disciplina y macana, sin pagar tantas comisiones. 

El sector eléctrico sigue de mal en peor a pesar de que Celso Marranzini se esfuerza en demostrar que su gestión es mejor que la de Radhamés Segura. En lo que respecta a eliminar la millonaria caja chica para financiar las campañas del PLD o en la reducción de una parte de los onerosos contratos y nominilla parasitaria, es cierto que las cosas han mejorado. Pero en todo lo demás ha empeorado, incluyendo apagones, capacidad de generación, pérdidas de transmisión, deudas acumuladas y los abusivos aumentos de tarifa. 

Editoriales de prensa, demandas de la sociedad civil, ruegos de las iglesias, advertencias de la SCJ, reclamos de todas partes, piden transparencia e independencia en la escogencia de los miembros del CNM. Pero todo terminará a la usanza peledeísta, como sucedió en la escogencia de los miembros de la JCE y la Cámara de Cuentas. Lo que diga  Balag…… perdón, Leonel y punto. 

Todo lo anterior explica porqué somos el único país del mundo donde el PIB crece el triple de la población y la pobreza aumenta al mismo ritmo que la corrupción. Todo puede parecer imaginario, pero no lo es.

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