Un par de verdades sobre la UASD

Un par de verdades sobre la UASD

Millizen Uribe

La existencia, todavía, de un centro de educación superior de carácter público es celebrable. Esto porque, contrario a lo que predican algunos desde sus burbujas sociales, aquí no todo el mundo puede costearse una carrera universitaria. Por eso es correcto que el Estado cumpla y garantice el Derecho a la Educación.
Tampoco está demás celebrar la existencia de Faprouasd, en tiempos donde el gremialismo no es el norte, y la mayoría de los profesionales no se organiza ni defiende sus derechos.
Ahora bien, el nuevo episodio del conflicto que enfrenta esta academia (incumplimiento del acuerdo del año pasado y posterior llamado de los maestros al no inicio del semestre) evidencia que hay que reenfocar la manera de luchar porque hay un estado de opinión, mayoritario, de no tolerancia a más paralización de docencia en la UASD.
Así constó en un espacio radial que compartí con el maestro Santiago Guillermo, presidente de Faprouasd. Cuando abrimos las líneas telefónicas para que la audiencia expresara su opinión, hubo un aluvión de llamadas, todas expresando hartazgo por los constantes conflictos y condenando la paralización de docencia en la UASD.
El maestro respondió que no le sorprendía la postura del público porque hay una campaña de privatización de la educación que hace mella en la gente.
Sin embargo, es importante que el liderazgo docente valore estas opiniones al momento de definir su plan de lucha.
Los profesores tienen derecho a protestar, ese es un derecho garantizado en la Constitución dominicana, pero es importante que las protestas no vulneren el Derecho a la Educación que tienen los estudiantes y que sean creativas, de modo que no impliquen desordenes ni agresiones. La UASD no puede quedarse atrapada en el tiempo y en el grupismo. Tiene que evolucionar.
No obstante, las autoridades académicas y gubernamentales deben jugar su rol y responder. No es posible que sólo se les preste atención a los maestros y se vaya a la mesa del diálogo bajo la presión de la suspensión de docencia. El diálogo y la comunicación entre autoridades, profesorado, alumnado y servidores universitarios deben ser la constancia, no la excepción, en una mesa donde, además de las justas demandas de reivindicación salarial, deben estar presentes temas de mejora institucional y formas en que la UASD aporte más a la sociedad.
Lo mismo la prensa y la opinión pública, deben prestar atención a los reclamos pacíficos y civilizados que se hagan y no reaccionar solo ante el morbo del conflicto.
En fin, educación superior de calidad es lo que conviene para el país y eso se logra con más y mejor docencia, con un profesorado bien remunerado y satisfecho y con una academia saneada.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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