¿Un partido democrático?

¿Un partido democrático?

JESÚS FERIS IGLESIAS
El Partido de la Liberación Dominicana -PLD- al asumir el gobierno el pasado 16 de agosto del corriente ha demostrado que aún le falta mucho por recorrer para ser un partido democrático y sobre todo, un partido de Estado. Esto lo decimos por los abusos que está cometiendo con empleados de las diferentes dependencias gubernamentales.

La cúpula de ese partido es corresponsable junto a los funcionarios del gobierno, de las cancelaciones masivas de excelentes técnicos que por el simple hecho de haber entrado a laborar en la administración anterior, han sufrido la penalidad de no permitírsele continuar contribuyendo con su experiencia, conocimiento y trabajo al desarrollo del país y poder disfrutar además, de un empleo estable.

Además, han cancelado en instituciones que acogieron la Ley de Servicio Civil, a profesionales y empleados inscritos en la carrera administrativa, sin tener en cuenta los años de trabajo; cuál su eficiencia y responsabilidad ejercida, sólo por la simple sospecha de que esas personas no pertenecen al partido de gobierno.

Debo recordarles, principalmente al Gobierno y la dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana, que la democracia se define como el derecho que tienen las personas a convivir con diferencias ideológicas; a aceptar las distintas creencias religiosas; a no discriminar a las personas por raza, sexo o por cualquier otro motivo; a respetar a las minorías, en fin, a que se respeten los derechos humanos.

Deben tomar en cuenta, coterráneos del PLD, que para remover a un empleado o empleada, únicamente deben indagar sobre la responsabilidad y la capacidad técnica que exhiban para desarrollar el oficio en cuestión.

Obviamente sabemos, que el partido de gobierno tiene el derecho a colocar a sus dirigentes y seguidores, y existen muchos puestos públicos que tienen que ser para los políticos y seguidores, pero ustedes se han excedido y abusado de dominicanas y dominicanos comunes, muchos de ellos simpatizantes y votantes en las pasadas elecciones por ustedes mismos.

Un ejemplo de lo que decimos fue la cancelación del director del hospital Dr. Marcelino Vélez, modelo y ejemplo de cómo deben ser dirigidos los hospitales dominicanos. Además, profundizan la errada política partidaria en el sistema de salud cuando lo sano es sustituirla por una política de Estado en salud, ya que las enfermedades y la muerte no respetan categoría social, ni creencias ideológicas. Tal vez por eso, los seres humanos se abrazan a las religiones para estar bien con el Dios creador.

Un partido de Estado es a nuestro entender, aquel que le da continuidad a las realizaciones positivas del gobierno anterior. No aquel que trata de desconocer e invalidar todo lo realizado y enviar señales equivocadas a un pueblo joven que aún necesita recorrer mucho dentro del sistema democrático.

Un partido de Estado no desconoce los asentamientos agrarios realizados durante los últimos cuatro años; no quita por la fuerza, los equipos de construcción y mantenimiento donados por el Jefe del Estado del gobierno anterior a los ayuntamientos; no desconoce el partido que queda en segundo lugar de las votaciones de un país, y mucho menos a un partido que sacó más de un millón doscientos mil votos, entregándole los cargos parlamentarios centroamericanos a la disidencia de ese partido.

Un partido de Estado es el que busca la gobernabilidad de su nación a través del dialogo y la participación de los partidos políticos y así lograr ese objetivo.

Esperamos que el Jefe del Estado y también del PLD, envíe señales diferentes a las enviadas hasta el momento por el bien de todas y todos los que vivimos en este país que definitivamente merece mejor futuro.

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