El café es una de las bebidas más consumidas alrededor del mundo. Se estima que más de 2.5 millones de personas lo consumen diariamente.
Y es que, sin duda, el café forma parte de -al menos- las mañanas de mucha gente. Incluso hay quienes no imaginan un día de su vida sin esa tacita de café, que aunque a veces pequeña, significa tanto para el buen manejo de las situaciones cotidianas. De hecho, para muchos el día no sería perfecto si no toma “del negrito”, como le dicen popularmente.
Todo lo que concierne a esta bebida y el momento de consumirla es mágico. Y es que, como dice el eslogan de una marca muy conocida: “El sabor empieza en el aroma”… desde el instante en que su intenso olor sale por la cafetera mientras se está “colando”, inicia su degustación… y sus beneficios.
Estudios han demostrado que el aroma de café libera poderosos antioxidantes en el cuerpo que protegen a las células nerviosas de daños relacionados al estrés.
Ese momento… Esta costumbre de consumir café no se limita a sentarse a beberlo, sino que en torno a esto tienen lugar una serie de rituales que pueden variar dependiendo de la cultura.
En nuestro país, las mañanas y las tardes son los momentos perfectos para tomarse un cafecito. Iniciar el día sentado en una mecedora o un sofá, periódico en mano, acompañado de su pareja (o solo) y del invitado de honor, el café, es una forma frecuente en que muchos dominicanos empiezan sus mañanas. Y luego, después del almuerzo, ya sea en casa u oficina, esa tacita no puede faltar: es el motor que impulsa a continuar con los ajetreos del día.
En Miami. Cuentan que en esta ciudad de Estados Unidos, la hora oficial para esto es las 3:00 de la tarde; es el momento ideal para hacer un “stop” en la rutina y tomarse una taza de café, pero cubano.
Argentina. “¿Tomamos un café y lo arreglamos?” es una frase popular en ese país. El café es la excusa perfecta para reunirse con alguien.
Esta costumbre es compartida en muchos países de Latinoamérica, donde se ve con frecuencia a los amigos compartir en un establecimiento mientras toman esta deliciosa bebida, cuya historia se remonta al siglo XIII en Etiopía.
Colombia. La costumbre es ofrecer un café, al que llaman “tinto”, a las personas cuando visitan a alguien, ya sea en su hogar o en la oficina. Este ofrecimiento es incluso una señal de que esa persona es bienvenida y puede quedarse a departir.
Los árabes. En ese “mundo” lo frecuente es que se tome al final del día, donde se aprovecha para hablar sobre los acontecimientos cotidianos.