Un paseo por la calle LAS DAMAS

Un paseo por la calle LAS DAMAS

Caminando desde la catedral, bajando la calle El Conde se llega a una de las más dramáticas e históricas vías públicas de la Ciudad Colonial: la calle Las Damas, que en principio fue un paseo regio e imperial y hoy es vía vehicular alineada con edificios coloniales de gran importancia que han sido cuidadosamente restaurados.

Esta vía aún conserva la elegancia de las nobles damas que en tiempos coloniales se paseaban con trajes pomposos por ella, aunque hoy día acoge variados transeúntes nacionales y turistas, que nada tienen que ver con la realeza.

Construida en 1502, es la calle más antigua trazada en el Nuevo Mundo y es uno de los paseos más placenteros e históricos en la Ciudad Colonial.

Fue así como se hizo realidad la primera calle de la ciudad, que en ese entonces se llamó Calle de la Fortaleza, pero que años después adquirió el singular “apodo” de calle Las Damas, que años después se convirtió en nombre oficial.

Según cuenta la historia, esto se debió a que en ella residían las damas del cortejo de la virreina doña María de Toledo, sobrina segunda del rey Fernando el Católico y esposa del segundo almirante y virrey Diego Colón, quienes habían llegado en 1509 junto con una corte en la cual figuraban personalidades importantes de España y descollantes damas de la época.

Según cuenta la tradición, era costumbre de estas damas pasearse en las tardes por esta calle luciendo sus frondosos vestidos, exhibiendo sus pomposos peinados, sus guantes y sombrillas que iban a juego con sus trajes.

Además, en las primeras casas que se construyeron en esta afamada calle se alojaron personalidades allegadas al virrey.

La calle hoy día. Aun en la actualidad esta calle es más que simple asfalto. Es sede de importantes instituciones culturales como son: el Museo de Armas de Santo Domingo (Fortaleza Ozama), la Sociedad Dominicana de Bibliófilos y la Academia de Ciencias de la República Dominicana, entre otros.

Y aún en este siglo 21, caminar por esta calle es un deleite, una oportunidad para entrar en contacto directo con una parte de nuestra interesante y valiosa historia colonial.

Primeros residentes. Muchas personalidades hicieron de esta calle su lugar de residencia, vivieron aquí desde Rodrigo de Bastidas, que fue obispo de San Juan (PR) y gobernador de Venezuela hasta nada menos que Hernán Cortés, conquistador de México, quien vivió donde funciona hoy la embajada de Francia.

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