Un paso al frente
Disciplina para jóvenes

Un paso al frente <BR><STRONG>Disciplina para jóvenes</STRONG>

POR FERNANDO QUIROZ
Cerca de 6,000 jóvenes han sido disciplinados e instruidos en el respeto de los símbolos patrios, la disciplina, protección del medio ambiente y orientación antinarcótica a través del Servicio Militar Voluntario (SMV) de la Secretaría de las Fuerzas Armadas. Los jóvenes tienen que levantarse a las 4:50 de la madrugada y sólo disponen de 10 minutos para su aseo.

Hasta las 10:00 de la noche desarrollan ejercicios, formación militar e instrucciones sobre derechos y deberes ciudadanos. En las vacaciones de este verano, a mediado de junio, serán formados otros 500 jóvenes, 120 mujeres y 380 hombres, la que se constituye en la octava promoción del SMV, la cual llevará el nombre del patricio Ramón Matías Mella.

El director del SVM de las Fuerzas Armadas, general del Ejército Nacional, Luis Antonio Oleaga Guzmán, ofreció los detalles del programa al participar en La Esquina Joven de HOY.  Este programa, creado en noviembre del año 2001, tiene por objetivo dotar a los jóvenes de la disciplina militar y hacer de ellos mejores ciudadanos, mediante la creación de una mayor conciencia sobre el culto, respeto y defensa permanente de los valores y símbolos patrios. 

“Ya no se respeta el Himno Nacional, la Bandera, no se respeta nada…”, expresó el general Oleaga Guzmán.

Dijo que desde su creación y hasta la fecha, las FFAA han formado a 5,944 jóvenes en este tipo de programas.  El año pasado también fueron inscritos 500 jóvenes, 120 de sexo femenino y 380 de sexo masculino.

Todas las jóvenes completaron el proceso, pero de los jóvenes hubo 84 que decidieron retirarse.

“Muchos argumentaban que les hacía falta su mamá o la novia”, añadió el general.  Oleaga Guzmán resaltó que el SMV crea la base de la disciplina y orienta por el buen camino, apartando a jóvenes de la delincuencia y la drogadicción.

Son jóvenes, en su mayoría, de escasos recursos económicos que provienen de barrios pobres y comunidades apartadas. También hay hijos de coroneles y generales. Instituciones como el Banco de Reservas, la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses (OMSA) y el Senado de la República solicitan de estos jóvenes disciplinados para la labor de seguridad.

Oleaga Guzmán expresó que el secretario de las Fuerzas Armadas, almirante Sigfrido Pared Pérez, dispuso con esta misión aportar a la sociedad con la educación y buena formación de jóvenes. A los jóvenes que apliquen para el programa se les proveerá, sin costo, de sus uniformes militares, de sus herramientas de estudio, alimentación diaria y de un incentivo de RD$1,500 al mes.

El director del SMV dijo que trabajan para los jóvenes “con un espíritu de disciplina, de estudio y servicio”.  “!Un paso al frente, joven dominicano, joven dominicana!” es el lema del programa.   

Los jóvenes también son advertidos sobre modas extrañas como aretes en las orejas y pelo largo, en el caso de los jóvenes. El general Oleaga Guzmán tiene 32 años en el Ejército Nacional. Ha realizado todos los estudios de plana mayor y Estado mayor. Es paracaidista, licenciado en derecho y tiene estudios militares en Panamá, Brasil y Taiwán.

Llamó a los jóvenes del país a ser disciplinados en todos espacios sociales, como centros de estudios y el hogar. También, a respetar a las personas mayores y las leyes de tránsito para que no continúen con el desorden que existe.

REQUISITOS

Para inscribirse en el SMV se necesita ser dominicano de nacimiento u origen, octavo curso aprobado, tener 16-25 años de edad. Si es menor de edad tener un permiso notarial de sus padres o tutor, estar en buen estado físico y mental, no tener problemas con la justicia ni tener casos penales pendientes. Son sometidos a exámenes médicos y psicológicos. Los aspirantes son depurados por la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (J2) y deben presentar copia de la Cédula de Identidad y Electoral. 

ADMISIÓN

Los exámenes de admisión para Santo Domingo fueron iniciados ayer y serán extendidos hasta el 31 de este mes, en su sede de la calle Diagonal B número 13 de la urbanización Real, próximo a la Secretaría de las Fuerzas Armadas. Su número de teléfono 809-539-5859.

Los días 23 y 24 de este mes estarán en la fortaleza Fernando Valerio, de Santiago; en la fortaleza Benito Monción, de Mao y en el Comando Aéreo Norte, de Puerto Plata. Después de terminar el programa del SMV, estos jóvenes pasan a ser miembros de la reserva de las FFAA.

 Si hay plazas disponibles en las instituciones castrenses solicitan de este personal, pero deben completar el entrenamiento que les falta, unos cuatro meses.

MILITAR Y PATRIÓTICA

El curso está dividido en las etapas militar y patriótica. En la etapa militar, los jóvenes son formados en alpinismo militar, cortesía y disciplina militar, guardia interior,  lectura de cartas, moral y ética militar, orden cerrado, reglamento militar disciplinario y marcha de endurecimiento.

Mientras que en la etapa patriótica son instruidos en moral y cívica, preservación del medio ambiente, historia y geografía nacional, curso básico de computación, curso de la Defensa Civil, deberes y derechos ciudadanos y derecho internacional humanitario.

También, protocolo y buenas costumbres, orientación antinarcótica, género y violencia intrafamiliar, curso taller de las Secretarías de la Juventud y Medio Ambiente, charlas de la Cruz Roja Dominicana y sobre enfermedades de transmisión sexual, recorrido cultural por la Zona Colonial y charla sobre la frontera domínico-haitiana.

Los entrenamientos incluyen ejercicios en las montañas de San José de las Matas.

Para esta versión del SMV los entrenamientos serán realizados en la Base Aérea de San Isidro, en la Base Naval 27 de Febrero, en la Escuela Vocacional de Baní y en el Comando Aéreo Norte de Puerto Plata.

JORNADA DIARIA

Tan pronto terminan el aseo, a las 5:00 de la mañana, los jóvenes del SMV tienen que hacer ejercicios físicos hasta las 5:45. De 6:45 a 7:30 desayunan, mientras un personal organiza los cuarteles.

A las 8:00 de la mañana son llamados a formación en uniforme de faena (chamaco) y se le pasa lista. Desde esta hora, y hasta las 11:00, reciben adiestramiento, y a las 11:30 almuerzan. De 12:30 a 1:30 descansan, cuando vuelven a las instrucciones hasta las 4:30 de la tarde para cenar. Entonces van al aseo.

De 7:00 a 9:00 de la noche escuchan charlas y orientaciones. A las 10:00 de la noche tienen que estar todos en la cama. Esta labor es desarrollada todos los días. Los primeros 15 días del programa los jóvenes no pueden salir a la calle, pero pueden recibir visitas los domingos, de 2:00 a 5:00 de la tarde. Tras los 15 días del programa, los jóvenes pueden visitar sus familiares los viernes luego de la inspección del cuartel. Tienen que regresar antes de las 9:00 de la noche del domingo.

“Esa es una forma de controlarlos para que no se nos vayan para las fiestas”, dijo el general Oleaga Guzmán. La dieta alimenticia incluye arroz, habichuela, carne, víveres, salami y huevos. A cada joven le entregan dos chamacos, un par de botas y tenis, ropa de ejercicio, medias negras, ropa interior y toallas.

“Ropa, zapato, casa, comida, cuarto y becas para estudios”, añadió en tono militar el oficial.

TESTIMONIOS

El director del SMV expresó satisfacción por los testimonios favorables que dan los padres que han llevado sus hijos a los entrenamientos.

“Ayer fue una señora y llevó tres de sus hijos, incluida una joven. Es que los padres ven que sus hijos cuando llegan a la casa ya no tiran los zapatos y la ropa, sino que son organizados”, expresó.

Se nota, agregó, el cambio hasta para comer. “Cuando comen no hablan, conversan, sin bulla”, dijo. “Llena de satisfacción ver como los jóvenes van en busca de su futuro”.

APOYO

El SMV recibe de varias instituciones oficiales y privadas, entre ellas las Secretarías de Salud, de la Juventud, de la Mujer, Medio Ambiente, Interior y Policía, así como de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Defensa Civil, Cruz Roja, Instituto Duartiano y Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET).

También de Verizon y de la Universidad Central de Estudios Profesionales, que donaron un centro de cómputos y 100 becas, respectivamente.

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