¿Un paso para “alante” y otro para atrás?

¿Un paso para “alante” y otro para atrás?

Millizen Uribe

Como todo en la vida, la gestión del presidente Danilo Medina frente al Estado dominicano tiene luces y sombras. Uno de los aciertos ha sido la creación y puesta en marcha del Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia (INAIPI).
El INAIPI se encarga de ofrecer servicios de atención integral de calidad a niños y niñas de 0 a 5 años de edad. También trabaja con las familias de los infantes a través de los Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI), y los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAFI).
Las referencias que yo había tenido de esta institución indicaba que se estaba haciendo un buen trabajo, debido a que en la toma de decisiones primaba el bienestar de los infantes y el manejo técnico.
Por eso fui de las sorprendidas cuando me llegó la información de que se ejecutaría un cambio de Dirección en esta entidad.
Inmediatamente, vi la posición que fijaron organizaciones de la Sociedad Civil que dan seguimiento al tema de la Infancia y la Educación, como son la Coalición Educación Digna, que batalló por el 4% para la Educación, y la Coalición ONG por la Infancia.
Ambas señalaron la necesidad de que el cambio de Dirección en INAIPI no atente contra los derechos de la niñez y la conquista y avances que hasta el momento se han logrado.
Pese a esta observación, el Gobierno decidió materializar el cambio y nombró al frente de este instituto a la señora Berlinesa Franco, viuda del alcalde Juan de los Santos, conocido como Juancito.
No se puede juzgar a priori. Aquí hay funcionarios cuyas designaciones han sorprendido y luego han hecho un trabajo ponderable, como es el caso del excanciller Andrés Navarro, hoy día ministro de Educación. Ojalá este sea el caso de Berlinesa.
Sin embargo, en ese caso el cambio fue de un político a un técnico. En el caso de INAIPI se está haciendo al revés, decisión parecida a lo que pasó en Procompetencia.
Es por eso que es muy importante que las instituciones y sus fines estén por encima de las personas. En este sentido es vital y necesario que se reconozca que se está ante un tema y actores muy delicados: niños y niñas.
Se espera que desde el INAIPI se siga apostando a la calidad y a criterios técnicos, y que no primen los intereses políticos clientelares.
Ojalá que así sea, que no estemos pidiendo peras al olmo, que Berlinesa “le calle la boca” a más de uno y, lo más importante, que en materia de derechos de la infancia el Gobierno no dé un paso para delante y otro para atrás.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

Publicaciones Relacionadas

Más leídas