Un pavoroso mensaje

Un pavoroso mensaje

El asesinato de cuatro personas y heridas a otras tres, todas  miembros de una misma familia, cometido la madrugada de este viernes en Pastor, Santiago, constituye un hecho doloroso que debe ser investigado minuciosamente y sus autores y propiciadores sancionados.

  De principio, es necesario identificar a los autores de este crimen y las causas que lo motorizaron, y establecer si alguna negligencia de parte de autoridad competente propició la materialización de los hechos.

Se dice que había orden judicial de captura contra algunos de los sospechosos de materializar la matanza, pero la orden no se ejecutó con la premura que ameritaba el caso.

 Vecinos de los asesinados dijeron que al menos dos de ellos habían salido recientemente de prisión, a la que fueron a parar debido a presunta participación en actos delictivos.

De su lado, la Policía dijo que dos de los asesinados habían sido arrestados el día 9 de este mes por posesión ilegal de armas de fuego.

Sean cuales fueran las causas, la sociedad está horrorizada ante esta ejecución, que se suma a otras anteriores y que pone una vez más de manifiesto el estado de inseguridad en que nos manejamos.

El Ministerio Público debe encabezar una minuciosa investigación sobre este suceso para arrestar y someter a sus autores a la Justicia. Debe establecer si una eventual negligencia de autoridad competente propició este baño de sangre.

Se trata de un mensaje pavoroso que deberá ser descifrado en todas sus vertientes.

Huevos, pollitas y derechos

Los productores de huevos, en vez de ser protegidos de una práctica aparentemente desleal que puede conducir a la quiebra a los más pobres,  fueron impedidos en Moca de marchar y ejercer su derecho a la protesta.

La situación que les aqueja obedece a que hay sobreabundancia de pollas ponedoras que se creía importadas, pero que según las autoridades son de origen local.

Esta situación deprime los precios de los huevos, reduce la rentabilidad y saca de competencia a los pequeños, que se descapitalizan, quedándose los grandes con el mercado. Es una práctica ampliamente conocida, a la que se ha recurrido en el pasado.

 Las autoridades han debido establecer controles para impedir prácticas que perjudiquen a los pequeños productores de huevos. Es un medio de protección que debe regir en todo momento, no sólo cuando hay que impedir importaciones que desequilibren la oferta y perjudiquen a los productores locales.

Lejos de resolver los problemas que tienen estos productores, las autoridades han optado por simplificar explicaciones y coartar el derecho a la protesta.

La ocurrencia no solo se produce en el caso de los pollos y huevos. A veces, en plena producción de cebolla, ajo y otros renglones agrícolas, aparecen importaciones que nadie sabe explicar y que todos dicen no haber autorizado.

Las autoridades están obligadas a establecer las causas de esta sobreabundancia de ponedoras y, sobre todo, descubrir si se trata de una práctica de competencia desleal de grandes productores para monopolizar el mercado interno.

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