El economista Carlos Despradel planteó una serie de recomendaciones para revertir el gris horizonte de la economía dominicana.
Su propuesta fundamental es el aumento de las exportaciones, porque ningún país puede crecer si no coloca su producción en los mercados internacionales.
Sólo China lo puede crecer sobre la base de su mercado doméstico, dijo.
Para exportar hay que ser competitivo, y esa competitividad se logra con una mano de obra productiva que está directamente relacionada con sus capacidades, con la educación.
Cuando le das vueltas a los problemas dominicanos terminan en que son problemas de índole educativo, y que van más allá del 4% del PIB para ese sector.
Mi tesis es que para un presidente es difícil llevar el gasto de educación al 4%; yo creo que la próxima administración tiene que llegar a un compromiso con el pueblo que se basa en lo siguiente: mejorar la educación en todos los niveles, pero no me pidan que arregle cañadas y caminos vecinales.
Para Rolando Guzmán, el precio que se debe pagar por la estabilidad económica es la reducción del crecimiento, abandonando la obsesión de crecer como un objetivo en sí mismo.
Paralelamente, planteó, hay que trabajar en el mercado laboral y en las políticas sociales bien dirigidas para que el costo de la reducción del crecimiento no lo paguen los más vulnerables.
También se debe tener una presión tributaria mayor, pero conjuntamente con una mejor calidad del gasto público, expresó.
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¿Crecimiento?
El año pasado la economía creció 7.8% porque el Gobierno se endeudó en RD$120,000 millones para usarlos en gastos que activaran la actividad económica, expresó Despradel.
Pero eso no se va a repetir ahora, porque es insostenible; por eso, a corto plazo hay que pensar en aumentar el ritmo de las exportaciones del país.