Un pesimista es un optimista bien informado

<p>Un pesimista es un optimista bien informado</p>

EMIGDIO VALENZUELA MOQUETE
La frase con que titulo esta entrega la extraje del libro “Ensayo sobre la Ceguera” escrito por el premio Nóbel portugués José Saramago, luego le escuché citar la misma frase al ex presidente de Colombia Ernesto Samper en una conferencia magistral que sobre el destino de Latinoamérica, dictara hace meses en Funglode.

En atención al artículo “Optimismo”, que en la página editorial de este mismo periódico en fecha 27 de diciembre del 2006 escribiera la destacada politóloga dominicana Rosario Espinal, alentando a que hiciéramos un alto y en tributo a las festividades de Navidad, por esos pocos días nos “embadurnáramos” de optimismo, me acogí a la tregua. Me propuse y mintiéndome a mi mismo traté y creo que en gran medida logré -aún fuere a manera de ficción- pasar la Navidad con optimismo tal como lo sugirió Rosario Espinal.

Pero como dice el refranero popular “la felicidad en casa del pobre dura poco”.

Pasaron los Reyes, y el 7 de enero como por arte de magia me desperté y volví a la realidad de este país que tanto quiero y que creo digno de mejor suerte. Sin embargo me persigue como la sombra al cuerpo el contenido de la expresión que encabeza este artículo, como consecuencia del irresponsable, oscuro y difuso manejo por parte del liderazgo nacional de los acuciantes problemas que abaten la cotidianidad dominicana.

Para muestra un botón. A saber:

1.- Al liderazgo político nacional no le cabe más degradación. La hipocresía, su falta de autenticidad y su limitada capacidad son sus atributos. El camino que transita el accionar de ese liderazgo no augura nada halagüeno para la nación dominicana.

2.- La privatización de la energía eléctrica se trata de un fraude burdo donde todas las partes involucradas a título individual de una forma u otra causa han obtenido pingües beneficios particulares y personales en desmedro de la mayoría de los dominicanos, que las autoridades actuantes estaban en la obligación de defender y preservar sus intereses e hicieron todo lo contrario según se deriva de los resultados.

3.- El Metro se trata de un capricho personal que en las circunstancias económicas actuales nadie, pero absolutamente nadie, independientemente de la jerarquía y por mucho poder que ostente, como si tratara del patio de su casa, tiene derecho a imponérselo a un país.

4.- El RD-CAFTA (TLC) se trata de un enigma donde la improvisación ha estado a la orden del día. Es una imposición vía la globalización donde estamos atrapado y sin salida, subordinados a merced de la generosidad y el desprendimiento de nuestro hermano mayor del Norte, acicateado por la habilidad, el lobismo y dinamismo sentado en este lar por su embajador, el magnifico Hans Hertell. Have a nice trip y mi muy particular gracias por tus oportunos servicios en favor de nuestra patria.

5.- La Seguridad Social y el Seguro de Salud, entidades creadas con ribetes de “engaña bobos” donde la voracidad de los intereses pecuniarios de los que más tienen continúan cebándose sin rubor alguno en perjuicio de las grandes mayorías para saciar su ilimitada ambición y acrecentar su fortuna. De la bondad de estas novedosas agencias de seguros sólo se destacan y están “asegurados” los altos, jugosos y escandalosos salarios, las prebendas y los beneficios colaterales que se asignan sus ejecutivos, los cuales constituyen una afrenta que contrasta vergonzosamente con los míseros sueldos que devenga la generalidad de los dominicanos.

6.- La forma no clara y difusa solución dada pero no explicada al país por la recién estrenada Junta Central Electoral al affaire Roberto Rosario-Antonio Lockward, sobre las denuncias de corrupción muy graves en relación con el contrato SOMO-JCE, no es un inicio auspicioso para un organismo que debe estar exento de toda mácula, conformado además por ciudadanos cuya probidad y conciencia -existe la presunción casi generalizada- no está comprometida ni subordinada a contingencias fácticas coyunturales o de ocasión.

7.- En el ámbito institucional y económico el lastre dejado por el anterior gobierno constituye el mayor y más acabado ejemplo de prostitución de las instituciones públicas que haya dejado gobierno alguno desde la fundación de la República, asestándole una estocada aleve, que se ha constituido en una rémora como en especie de una retranca impidiendo el avance estable y sostenido del país.

8.- Finalmente, aunque no se limita únicamente a las situaciones ya planteadas pero para no angustiarme más ni angustiar a los que han tenido la deferencia de leerme, nuestra sociedad ha sido alegremente estremecida y vapuleada por una corrupción rampante y un crecimiento del narcotráfico que hace breve tiempo era inimaginable, todo a la cobija de la impunidad y ante la estupefacta realidad de que día a día las autoridades dan manifiestas notaciones de que no tiene bajo su control el auge delincuencial que azota a la sociedad dominicana.

Después de todo lo dicho, hablar de optimismo me parece una utopía; en su defecto a manera de conmiseración, parafraseando a San Francisco de Asís, pudiera abrazarme a la expresión de que “siempre hay espacio para estar peor”. Eso me consuela un poco no del todo y me retoza la duda y la comparto con ustedes de sí ciertamente, como dice Saramago Un pesimista es un optimista bien informado.

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