Aunque en el mercado no ha habido escasez de dólares, lo demuestro, correcta es la intervención del Banco Central, baja presión y es precautoria.
Los préstamos en pesos al sector privado del sistema financiero nacional aumentaron 12.6% al 15 de julio, fue lo que impulsó el crecimiento de la economía a 6.6%, sobre su potencial, en los primeros cinco meses del año, superando en dos puntos porcentuales la expansión del PIB en 2017.
No obstante la fuerte expansión económica y que la factura petrolera del semestre aumentóen US$350 millonespara importar y consumir un poco más del volumen de gasolina, gasoil, gas licuado y petróleo crudo de enero-junio 2017, el mercado de las divisas operó con equilibrio;dicho con otras palabras, no hubo escasez de dólares como dicen algunos,
Hablan las estadísticas. El volumen de dólares negociado creció dos veces el aumento de la economía, a una tasa media mensual de 14% en los primeros cinco meses comparado con igual periodo en 2017,mensualmente las compras brutas en promediomovieron US$3,418 millones y venta bruta por US$3,461 millones. Es decir, oferta y demanda en equilibrio.
Otra evidencia de que no hubo escasez de dólares, de haber sido así ascendente hubiese sido la presión cambiaria, es decir, con el tiempo mayor la diferencia entre el tipo de cambio teórico (cociente de la emisión monetaria y las reservas internacionales netas)y el cambio observado en el mercado. Pero las estadísticas dicen lo contrario, en lugar de aumentar el valor del indicador se redujo entre el 31 de diciembre de 2017 y 15 de julio 2018, y ha permanecido sin cambio en los últimos treinta días (de junio a julio).
Lo que sí se observó fue un exceso de demanda por precaución, explicado por las turbulencias generadas por Trump con sus disparos para todos los lados, lo que desequilibra mercados de bienes y monedas a nivel internacional. Y nosotros no somos excepción. Impulsados por el aumento de riesgos externos, y por si acaso, con la liquidez creada por el sector financiero nacional importantes compradores anticiparon compras de dólares. Se puede comprobar.
El flujo adicional que inyecta el Banco Central debe parar la tendencia y restar presión al mercado, reduciendo el sobreajuste de 4.4% en el valor del peso frente al dólar que tuvo lugar del 15 de julio 2017 al 18 de julio 2018, superando en cuatro décimas la devaluación esperada en el Presupuesto del Gobierno, sin que lo necesitara la posición externa de la economía. Por el sobreajuste la inflación anualizada fue de 4.63% a junio.
La intervención es precautoria porque, además de lo dicho, planta cara a la presión generada en toda parte-aquí también-el fin del dinero barato, en diciembre 2015 la Reserva Federal inició su encarecimiento y hasta junio llevaba siete aumentos, se esperan dos más para el resto de año.
Finalizo con estas palabras, el político se evalúa por lo que hace, no por lo que dice. Trump no es político, hace lo que dice. Si profundiza la guerra comercial con China y la Unión Europea, se reducirá el dinero que nuestros trabajadores mandan de vuelta. En 2017 recibimos US$5,911.8 millones, 7.8 por ciento del PIB, la mayor parte procedente de los Estados Unidos.