Un plan de acción para acabar los apagones
en 6 años

<P>Un plan de acción para acabar los apagones <BR>en 6 años</P>

POR CARMEN CARVAJAL
“Lo que no sirve se bota, que la boten de una vez, que no vale ni una mota….”, le cantaban a la Compañía Eléctrica de Santo Domingo durante la primera mitad del siglo 20.

Actualmente, cuando la primera década del siglo 21 cruzó el ecuador, seguimos a expensas de un sistema energético cada vez más caro e ineficiente y que, además, es utilizado como arma arrojadiza por todos los partidos políticos cuando están en la oposición.

El presidente Leonel Fernández ha organizado varias reuniones y seminarios en busca de soluciones consensuadas al problema, cuya solución definió como una de sus principales prioridades en su discurso de toma de posesión.

“Sin embargo, no se logrará avanzar en la solución del problema sin un cambio de cultura en República Dominicana. Este cambio cultural significa liderazgo y respaldo de todos los sectores de la sociedad, empezando por el gobierno”.

Eso es lo que recomiendan los consultores de la irma Adam Smith, contratada por el gobierno para, junto a los funcionarios del sector, elaborar un plan con miras a solucionar la situación en los próximos seis años.

El plan fue presentado durante un seminario celebrado el pasado fin de semana en Juan Dolio, donde participaron representantes de todos los sectores que integran el sistema eléctrico nacional y de la firma consultora Adam Smith International, que fue encabezado por el presidente Fernández.

La firma consultora internacional recuerda los numerosos estudios que sobre el problema se han producido, incluyendo los del Banco Mundial y el hecho de que tenemos el sistema más ineficiente de América Latina, y a nivel mundial, somos el cuarto país que más energía pierde, solo superado por el Congo,  Haití y Moldavia.

El análisis de la firma estima que sin los apagones programados que se producen actualmente, el monto del subsidio que el gobierno paga al sector subiría en US$200 millones anuales.

Se lamenta del hecho de que el monto del subsidio que paga el gobierno equivale al precio de la energía que se roba, se suministra gratis o simplemente no se paga.

El subsidio es un derroche de recursos públicos que puede ser utilizado en el desarrollo, pero si se elimina en la situación actual, duplicaría la tarifa a los que pagan, lo cual es inaceptable, por lo que la solución pasa por combatir el robo, eliminar los programas de regalar la energía y mejorar los cobros.

La visión del presidente
Durante el seminario, el presidente Fernández esbozó las que son sus aspiraciones para el sector eléctrico y expresó que trabajará para lograr sus metas que se encaminan, básicamente, a atacar el robo de energía, a reducir los costos y a reconvertir el parque energético actual.

El mandatario se mostró sorprendido y alarmado por la magnitud de la “industria del robo de energía” en el país, que mueve cientos de millones de pesos y que emplea desde los sistemas más rústicos, hasta los más sofisticados y desde electricistas improvisados hasta expertos y ejecutivas de empresas eléctricas, incluyendo algunas que son contratistas de las del sistema.

La principal medida para combatir el problema será la modificación a la ley actual, para criminalizar este delito y endurecer sustancialmente las sanciones.

Planteó que continuarán los esfuerzos para renegociar los contratos, lo que podría suponer una reducción en el precio de compra y mejoría en la calidad, dar seguimiento e insistir en las plantas de carbón.

En cuanto a la reconversión del parque, se buscará la asesoría de los técnicos cubanos que trabajaron en las de su país, para que en lugar de quemar combustibles fósiles, utilicen el gas natural, lo que contribuirá también a la reducción de costos.

Sin embargo, algunos planteamientos, tanto por parte del Presidente, como los esbozados en el plan presentado por los técnicos, encontraron oposición en algunos sectores, especialmente en los generadores.

Es el caso de la rengociación de las tarifas amparadas en los contratos del acuerdo de Madrid o los firmados con los IPPs.

Estas empresas plantean que para la renegociación sólo puede hacerse sobre la base de que se les reconozcan los derechos adquiridos.

Esto supone que se les pague por adelantado la diferencia de tarifa desde el momento de la firma del acuerdo, a la fecha de vencimiento de los contratos negociados.

También hubo intercambios entre los generadores, que exigen a las distribuidoras que mejoren las cobranzas y estas últimas plantean que han logrado mejorar el índice de cobros y captar nuevos clientes, pero las elevadas tarifas que cobran las generadoras, impiden mejores logros en la materia.

Los pasos
El Plan Integral del Sector Eléctrico presentado en Juan Dolio plantea pasos inmediatos y a mediano plazo. Los pasos a seguir en el 2007 serían:

 Establecer una estrategia anti robo, con una estrategia de comunicación sobre el mismo.

 Definir una oferta comprensible de electricidad a los pobres, con tarifa, servicios de facturación, cobros, indicadores de calidad del servicio, asesoramiento en el uso racional y eficiente del servicio.

Política de asignación de recursos financieros y un plan de inversión en el “actualmente no viable” sector de distribución.

 Ley orgánica que crea el “holding” de empresas eléctricas estatales.

 Eliminar las barreras legales y regulatorias para mejorar el flujo de caja.

 Programa de mejoramiento de las recaudaciones, de los servicios, anti robo y de renovación de activos.

 A mediano plazo
Renegociación de contratos.
Entrada de la nueva capacidad a carbón.
Entrada proyectos de desarrollo de transmisión.
Entrada de la nueva capacidad hidroeléctrica.
Entrada de las plantas de ener  gía renovables.
Fortalecimiento de la Superintendencia de Electricidad.
Revisión de los subsidios cruzados en la tarifa.    

Solución a seis años

El plan elaborado por la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales, la Comisión Nacional de Energía y la Superintendencia de Electricidad, con la asesoría de Adam Smith, resumido en el gráfico anexo, busca, según explican sus promotores, la auto sostenibilidad financiera del sector, reducir los precios de la energía, operar con buenas prácticas gerenciales, promover el uso eficiente y racional de la energía y explotar los recursos renovables, preservando el medio ambiente y mejorando las condiciones para atraer inversiones, fomentando la competitividad.

Ejecutivos de la empresa consultora extranjera fijaron en unos US$650 millones la inversión necesaria para ejecutar este plan.

Entiende como uno de los factores más importantes para que el plan resulte que los líderes políticos y comunitarios “hablen el mismo idioma”, o sea, comuniquen el mismo mensaje y refuercen los mensajes críticos.

La CDEEE sufriría cambios para ejercer su rol de “holding” estatal, lo que implica desarrollo de habilidades comerciales y de negocios y cambios legales y administrativos.

Los contratos deberán ser renegociados en una estrategia basada en asuntos contractuales y técnicos.

 Tanto los resultados de esta negociación como la entrada de plantas a carbón están incluidas en los cálculos para las tarifas señaladas en el gráfico.

También se establece que el plan requiere de financiamiento externo, por lo que será necesario gestionarlo y aprobarlo oportunamente, lo que requiere el apoyo de entidades públicas ajenas al sector. La CDEEE, como “Holding” estatal, llevará la  voz cantante en la gestión de financiamiento a las distribuidoras.

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