Un plan forestal para RD

Un plan forestal para RD

POR ISAOLYM MIESES
La República Dominicana ha mejorado su cobertura boscosa y hoy hay más bosques que hace 15 años, pero hoy más que nunca, el país se encuentra frente al reto de analizar cómo aprovechar mejor el bosque y qué se puede hacer para obtener beneficios económicos de él y para garantizar los servicios ambientales que provee.

De acuerdo a un estudio sobre el sector forestal dominicano, realizado por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARN), a pesar de contar con un 67% de su territorio con vocación forestal, el país subutiliza el potencial económico y social de los bosques por falta de una ley sectorial, de financiamiento adecuado y de políticas nacionales que integren a las comunidades y a los sectores productivos al manejo sostenible de este recurso.

La investigación sirvió de base para el análisis participativo de los programas forestales nacionales en los países de América Latina y la formulación de recomendaciones a niveles nacional, regional e internacional.

Esta acción se enmarca dentro de la iniciativa de “Puembo II”, un acuerdo para fortalecer el diálogo sobre asuntos forestales en América Latina y el Caribe.

Cuenta con el auspicio de la GTZ (Agencia de Cooperación Alemana) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la Cámara Forestal Dominicana y el Proyecto de Recuperación de la Cuenca Alta del Río Yaque del Norte (PROCARYN).

El objetivo es atraer la atención política sobre la conservación y el uso sostenible de los bosques, un recurso estratégico para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, específicamente el 1 y el 7, que se refieren a erradicar la pobreza extrema y el hambre y garantizar la sostenibilidad del ambiente, respectivamente.

A la luz de este análisis, el doctor Max Puig, secretario de Medio Ambiente, recordó que en República Dominicana se deforestó durante más de un siglo, desde 1865 hasta 1987 cuando el presidente Balaguer impuso una veda total sobre el bosque y se inició el programa de reforestación.

Explicó que servicios vitales como el agua no los presta sólo la naturaleza, sino los hombres y mujeres que las cuidan. Sus condiciones de vida deben ser mejoradas. Si mejora el bosque, mejora la salud de toda la nación.

El Programa Nacional Forestal fue analizado por los consultores Ramón Díaz B. y Abel Hernández, a la luz de aspectos como la gobernabilidad y capacidad institucional; influencia de otros sectores sobre los bosques y viceversa; relación entre los procesos regionales e internacionales y su implementación nacional y valorización y mecanismos de financiamiento.

Cobertura boscosa

El sector forestal dominicano, pese a que el país posee una cobertura boscosa de aproximadamente 33%, sólo suple el 12% de la demanda nacional de productos forestales. El resto se importa.

Los bosques constituyen el recurso que mayor atención ha merecido por parte de la legislación dominicana: más de 100 instrumentos legales han sido creados desde el siglo XVIII.

Sin embargo, las principales normativas sobre el sector han sido derogadas y en la actualidad no existe una ley sectorial sobre recursos forestales y sólo está vigente el reglamento forestal y varias normas técnicas forestales emitidas por decreto en junio del 2001.

Estos, además de la Ley 64-00 y la Ley Sectorial de Áreas Protegidas, que funcionan como marco general.

El deterioro de los recursos forestales es un problema de compleja solución que progresivamente conduce a la pobreza y limita las oportunidades de desarrollo.

De acuerdo con este análisis, a nivel mundial existen varios convenios, tratados y procesos relativos a los bosques y su desarrollo, que dan forma a las políticas internacionales y nacionales.

Los Programas Forestales Nacionales ofrecen un marco para formular e implementar políticas y acciones en pro de los bosques y coordinar los esfuerzos nacionales e internacionales al respecto.

La iniciativa Puembo II procura aumentar el compromiso para el manejo sostenible de todos los tipos de bosques, facilitando el diálogo y la formulación de recomendaciones para la futura acción, tanto a nivel de país como a niveles subregional y de América Latina.

 RD en Números
Superficie terrestre del país: 4,844,200 Has Tierra de vocación forestal: 67% del territorio

Superficie con bosque: 1,585,300 Has (32.9 % del territorio); 5.8% conífero, 17.2% latifoliado húmedo, 9.2% latifoliado seco y 0.7% humedales)

Superficie en áreas protegidas: 1,150,000 Has (24% del país); 86 sitios / 13 categorías

Superficie bajo manejo forestal: 47,917 Has

Superficie en plantaciones: 70,000 Has

Superficie de manglares: 32,520 Has

Superficie bajo riego: 429,156 Has

Superficie en pastos: 475,000 Has en 9,108 fincas

Superficie en caña de azúcar: 453,548 Has

Superficie en cacao: 219,225 Has

Superficie en café:

150,753 Has

Biodiversidad: 5,600 especies de plantas vasculares (36% endémica, más de 700 arbóreas), 30 especies de aves endémicas

Visitas a áreas protegidas: 2,700,376 personas (86% extranjeros) (2000-2005)

Red hidrográfica:108 cuencas;  270 lagunas

Incendios forestales: 5,815 incendios afectaron 307,828 Has (1962-2005)

 El plan nacional

En el estudio sobre el sector forestal dominicano no existe actualmente un plan nacional de desarrollo forestal como tal. En materia de ordenación, conservación y desarrollo sostenible de los bosques, el país ha desarrollado una política forestal que privilegia la producción de plantas, la reforestación de las cuencas altas de los ríos, la vigilancia y la concertación de acuerdos con el sector privado y las comunidades.

La actual gestión de gobierno (2004-2008) elaboró un plan de trabajo, el cual sirve de marco para las acciones de la Subsecretaría de Recursos Forestales de la SEMARN (Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales).

De acuerdo con el estudio elaborado por los consultores Ramón Díaz B. y Abel Hernández para la SEMARN, la gestión de los bosques no puede funcionar sin un proceso a nivel de comunidades, que estimule la participación de todos los actores individuales y organizados, en acciones que contribuyan a los objetivos de manejo y conservación. En ese contexto, las micro-cuencas, proveen el foro más adecuado para una participación efectiva.

En septiembre del 2000, la SEMARN y la GTZ apoyaron la realización de un taller sobre el Programa Forestal Nacional. Como conclusión del taller, aun vigentes, se definió que para que una gestión impulse el Manejo Forestal Sostenible debe tomar en cuenta el compromiso político sostenido y un financiamiento adecuado, un marco institucional participativo, transparente y responsable, reglas claras y estables en el tiempo, políticas basadas en la mejor ciencia e información disponibles, el fomento del sector, la concertación y participación.

 vínculos con otros actores y sectores, una cooperación internacional sostenida y más efectiva y la educación y creación de capacidades.

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