Un premio muy merecido

Un premio muy merecido

 El anuncio de la Fundación Corripio del veredicto de la séptima versión de su premio de periodismo, adjudicado al veterano comunicador Juan Bolívar Díaz, por su trayectoria profesional, seguramente ha alegrado a todos quienes valoramos la excelencia.

 Don Pepín Corripio recordó que los premios fueron instituidos para reconocer los aportes que en diversas áreas profesionales desarrollan personas, organizaciones e instituciones. Aparte de Juan Bolívar este año las demás personas galardonados fueron el ex vicepresidente Rafael Alburquerque en la categoría del Derecho e Iván García, en la categoría del Teatro.

 El jurado del premio en comunicación lo integraron Bienvenido Álvarez Vega, Jorge Tena Reyes y Guarionex Rosa, cuya reconocida calidad prestigia al reconocimiento. Los jurados valoraron la formación profesional de Juan Bolívar en México, sus aportes a la docencia y su trayectoria profesional como director del Noticiario Teleantillas, articulista del diario Hoy y ensayista político.

 En mi reciente libro “Encomio de la Prensa” el nombre de Juan Bolívar aparece en muchas páginas, pues es imposible escribir sobre el mejor periodismo sin referirse a él.

Juan Bolívar Díaz Santana nació en un batey del Ingenio Consuelo en 1945 pero fue criado desde sus siete años de edad en San Carlos. Descubrió su vocación al colaborar en el semanario católico Diálogo durante la revolución de 1965. Concluyó sus estudios de periodismo en México y regresó al país en 1968.          Fue uno de los precursores del periodismo contestatario en la radio y se destacó por sus inquisitivas coberturas durante los difíciles años en que la guerra fría se proyectaba en el país. Sobrevivió a dos atentados, uno de ellos una bomba que destruyó su automóvil.

Además de ejercer un periodismo comprometido con causas sociales, ha colaborado pro bono con entidades benéficas como la Asociación de Rehabilitación y Profamilia. También ha dedicado esfuerzos a ONG de carácter cívico como Participación Ciudadana. Publicó su libro Trauma Electoral en 1994, sobre los alegatos de fraude en las elecciones. Aparte del periodismo, Díaz ha ejercido la diplomacia al ser designado por el Presidente Salvador Jorge Blanco como embajador en Perú y concurrente en Bolivia. Tras su regreso cuando el PRD perdió las elecciones de 1986.         

He discrepado de muchos de sus juicios políticos pero para reconocer la calidad no hay que pensar igual ni parecidamente. Su carrera de medio siglo como excelente periodista merece el prestigioso premio Corripio y me alegra felicitarlo.

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