La Asamblea Nacional, en función de Asamblea Revisora, en su segunda sesión de trabajo ha dado un importante paso al modificar el texto del Art. 2 de la Constitución vigente, reconociendo en ella que la soberanía de la nación pertenece al pueblo, de donde emanan todos los demás poderes del Estado y que este poder soberano el pueblo lo ejerce de manera directa, y mediante representación.
El Art. 2 de la Constitución actual reza de la manera siguiente La soberanía nacional corresponde al pueblo de donde emanan todos los poderes del Estado, los cuales se ejercen por representación.
Es decir que con ese enunciado se castraba el ejercicio de una soberanía, que, al tiempo de reconocerla, la restringía al hecho de la representatividad, negándole al pueblo el derecho natural, originario y por tanto intransferible, de participar directamente en aquellos asuntos que interesaran a la nación, tales como sería el sustituir una Constitución por otra o cambiar, total o parcialmente, aspectos fundamentales que tengan que ver con su soberanía.
Hizo bien la Asamblea Nacional dando este importante paso al actuar con prudencia y sensatez, reconociéndole constitucionalmente lo que al pueblo le corresponde sin necesidad de que ningún poder se lo confiera, o texto alguno lo consagre. Lo que es esencia del ser de donde emanan todos los poderes del Estado, no requiere para su legitimidad o validez que un poder derivado se lo reconozca o se lo otorgue.
Lo que es verdaderamente fundamental, por el mero hecho de serlo, nunca debe ser puesto (para ser reconocido) sino que debe ser siempre presupuesto. (ZAGREBLESKY).
El paso dado por los Asambleístas tiene precedentes inmediatos en el proyecto de Reforma Constitucional planteado por la Comisión Especial designada por el Presidente Mejía mediante Decreto 410/01, al cual me referiré en una próxima entrega, cuando en su Artículo 2 expresaba: La soberanía nacional corresponde al pueblo de quien emanan todos los (poderes del Estado o Funciones del Estado) los cuales se ejercen directamente o por representación.
En igual tenor el Anteproyecto de Reforma del Estado preparado por el Consejo Nacional para la Reforma del Estado (CONARE) que le sirvió de base de discusión, así como el ante proyecto presentado por la UNPHU y el presentado por la UASD. Todos ellos tendrían por consecuencia lógica propugnar por una Asamblea Constituyente para conocer los cambios introducidos en la nueva Constitución, como recientemente lo hiciera la Consulta Popular. Ese debería ser el próximo gran paso de esta Asamblea.