Un problema llamado FRIGIDEZ

Un problema llamado FRIGIDEZ

Frigidez. Las ocho letras de esta palabra encierran frustración, miedo, tristeza, coraje, desesperación y humillación, que impiden a la mujer sentirse plena y desenvolverse felizmente en su vida sexual.
Y es que este solo término puede sonar denigrante y despectivo a los oídos de la mujer que sobrelleva este padecimiento. Su voluntad dice una cosa, pero su cuerpo no responde de la misma manera.

Según explica Ana Simó psicóloga, sexóloga y terapeuta familiar y de pareja, la frigidez es el término que se usa desde la antigüedad para definir la mujer que no alcanza su orgasmo, es decir, la mujer que sufre de anorgasmia.

Esta patología femenina obedece a muchas razones. Detrás de cada mujer anorgásmica puede haber una larga historia de represión, abuso, miedo o violencia sexual que puede ejercerse a través de su educación, de mensajes verbales, de presión psicológica o de francas agresiones sexuales como el abuso en la infancia o la violación.

Simó explica que el síntoma primario es la falta de orgasmo, “la mujer expresa que se siente muy bien en la intimidad, que se excita, que lubrica pero que no culmina, lo cual la lleva a sentirse desmotivada, pues entiende que está incompleta”.

¿Un problema físico o psicológico? La causa principal, en más del 90 por ciento de los casos, son los problemas psicológicos que pueden originarse por diversos motivos, como la falta de educación sexual recibida o también la presión que la mujer siente ante el hombre. Otro de los motivos es una autoestima baja, una depresión no tratada o estrés post trauma, advierte la especialista.

Así mismo, la sexóloga aclara que existen dos tipos de anorgasmia: la primaria, en la que la mujer nunca a alcanzado un orgasmo en su vida y la secundaria, que sí ha tenido orgasmos, pero en la actualidad no logra alcanzarlos.

“Entre los motivos que he visto en consulta están las creencias limitadas sobre el amor, las infidelidades, altos niveles de ansiedad, desconfianza en la pareja, o conflictos en la relación, como falta de comunicación, violencia…”, dice.

¿Tiene cura? La doctora Simó responde: “Totalmente. Es una disfunción sexual femenina muy común con muy buen pronóstico si la mujer es tratada por un sexólogo”.

Es importante destacar que una de las consecuencias que puede tener la frigidez, desde el punto de vista patológico, es meter a la mujer en un círculo vicioso de frustración del cual no puede salir, y en cuanto a las complicaciones físicas puede producirse congestión pélvica.

En lo físico. En el libro “Ésta noche no, mi amor”, del doctor Gabriel Gutiérrez Giraldo, el autor explica que la frigidez está asociada exclusivamente a un trastorno sexual femenino y sigue teniendo connotaciones muy peyorativas y denigrantes. Esto cobra aún más fuerza en una época en la que la sexualidad se muestra sin pudor y en la que parece que todo el mundo goza a lo grande. No formar parte del club de las “hedonistas” puede ser muy angustioso. ¿Pero qué se esconde realmente detrás de esta ausencia de placer?

Además de lo mental, el autor dice que algunas enfermedades también podrían tener un papel muy importante a la hora de inhibir las sensaciones.

Por ejemplo, la diabetes, la esclerosis en placas, y en general todas las enfermedades neurológicas. Asimismo, las enfermedades endocrinas, así como los trastornos de la glándula tiroides, pueden tener un papel determinante.

En estos casos el tratamiento debe ser aplicado por el especialista de la enfermedad antecesora y por un terapeuta sexual de manera conjunta.

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