Un producto, dos naciones 
y un mercado común

Un producto, dos naciones <BR> y un mercado común

Haití y República Dominicana exportarían de manera conjunta bajo una misma marca a mercados internacionales frutas y vegetales orgánicos producidos en invernaderos.

 El Cluster de Invernaderos del país se reunió aquí con representantes del Cluster de Invernaderos de Haití y de la Cámara de Comercio de esa nación para intercambiar ideas sobre el financiamiento de los bio-parques de ambiente controlado.

El cluster dominicano le ofreció al haitiano cooperar con su experiencia en la producción y la obtención de financiamiento para la instalación de los bio-parques en el vecino país. En la experiencia sobre el manejo del financiamiento internacional participaría el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y Producción (BNV), que lleva tres años manejando ese tipo de préstamos para la instalación de bio-parques e invernaderos individuales.

Los haitianos se retiraron a su país a estudiar la oferta dominicana para enviar a República Dominicana a productores para que contacten cómo funciona el financiamiento y qué hay que hacer para producir frutas y vegetales orgánicos en los invernaderos. Además, cómo se logran variedades, con qué condiciones y cuáles ventajas.  Si después de asimilar la experiencia dominicana los haitianos están de acuerdo en replicar en su país lo que se está haciendo aquí en los invernaderos, entonces podrían ser beneficiarios de financiamientos del Doutche Bank, de España, y del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), les darían las mismas condiciones financieras que a los dominicanos.   

Estos bancos concertaron dos préstamos de US$50 millones y US$61 millones con el BNV para la instalación de 20 bio-parques en diferentes localidades del país. Cada   parque tendrá 100 mil metros cuadrados. Los principales cultivos a producir son las diferentes variedades de tomates, ajíes, pepinos y sandías, entre otros.

Las exportaciones de esos productos se harían bajo la marca dominicana Caribbean Food por el puerto Manzanillo, en Monte Cristi. Los furgones serán identificados con el nombre de cada país y el dueño de la carga es el responsable.

Los dos países están interesados en exportar frutas y vegetales orgánicos a Europa, para aprovechar el EPA (Acuerdos Comerciales entre la Unión Europea y los Países de África, Caribe y Pacífico). Desde el momento en que los haitianos inicien sus gestiones de instalación de los bio-parques al día de salida del primer furgón podrá tardar entre 9 meses y un año, ya que es una industria de futuro.

Para la canalización de ese tipo de préstamo tiene que ser un banco del Estado, que sea banca de segundo piso y que dé garantía soberana a los bancos prestatarios, según precisa José Miguel de Peña, presidente del Cluster de Invernaderos del país.

Asegura que aquí los haitianos tendrán toda la colaboración que requieran para involucrarse en la obtención de financiamiento, instalación de  bio-parques y  producción de frutas y vegetales orgánicos para exportación. Los haitianos tienen la idea de exportar el 50% de la producción de sus invernaderos y el otro 50% lo van a dejar para suplir las necesidades de Haití. Como los recursos no son abundantes en Haití, los productores deben recurrir al financiamiento de la banca internacional para que puedan desarrollar la industria de los invernaderos, en la que República Dominicana le lleva 10 años.

Es por eso, dice De Peña,  que los haitianos tienen que buscar mecanismos para ponerse a nivel de los invernaderos dominicanos a largo plazo, pero con un plan ideado por ellos. Aquí tendrán todo el apoyo técnico, mercadeo y los cursos de invernaderos, e incluso ir a Haití a ayudarlos cuando se les presenten problemas. Ellos están muy animados.

En ese país en la actualidad hay en producción 15 pequeños invernaderos de unos 2 mil metros cuadrados cada uno, cuya producción están usando para su consumo.

En la medida en que puedan lograr líneas de créditos internacionales podrán tener en el futuro exportaciones regulares con los productores dominicanos, crear empleos, riqueza y captar dólares.  Como los problemas estructurales  dominicanos y haitianos son similares,  ambos buscan en Europa precios preferenciales, a través del EPA, para que les permitan el desarrollo de empleos sustentables y el crecimiento sostenible en la industria de los invernaderos, según De Peña.

República Dominicana exporta a  países europeos banano, cacao, café orgánicos y otros productos. 

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RD preparada

El país está preparado para triunfar en la industria de invernaderos, en la que tiene ventajas competitivas y comparativas sobre México, con el que tiene que compartir el mercado de  EU. En México, dependiendo de las condiciones económicas del inversionista, el Gobierno le regala entre 30% 80 por ciento del valor del invernadero. Aquí,  el Cluster de Invernaderos  le  solicita al Gobierno que destine “un fondo semilla” para el financiamiento de pequeños invernaderos prendarios, a través del Fondo Especial de Desarrollo Agropecuario.

La cifra

111.0 millones de dólares.  Es el mondo de  2 préstamos  concertados por el BNV con el Doutche Bank, de España, y el Banco de Desarrollo Social, de Brasil, para  20 bio-parques. 

A Estados Unidos está exportando vegetales de invernaderos producidos con agroquímicos.

En el país hay tres categorías de invernaderos: de 2,000, 5,000 y 100 mil metros cuadrados.

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