Un profesor, una computadora, millones de estudiantes

Un profesor, una computadora, millones de estudiantes

Innovar es mejorar lo existente, mientras se crea. Sin embargo,  a veces, irrumpe  una innovación tan radical que rompe el paradigma anterior; convirtiéndose en disruptiva, y obligando a cambiar esquemas y a adaptarse a nuevos estados y situaciones. La educación, por ejemplo, viene experimentando, desde el 2007, profundas transformaciones por impulso de la tecnología, sobre todo, en uno de sus componentes básicos: el proceso enseñanza-aprendizaje.

El mundo se encuentra en medio de una feroz revolución digital, alcanzando a la educación. Importantes y reconocidas universidades norteamericanas, MIT, Harvard, Stanford y Princeton son pioneras en la aplicación de la alta tecnología en la enseñanza a través de los cursos masivos abiertos en línea (MOOCs). ¿En qué consisten estos cursos? en la aplicación de programas de aprendizaje a distancia en los que se encadenan a los estudiantes mediante la aplicación de tecnologías avanzadas que homologan contenidos y formas didácticas que pueden llegar, al mismo tiempo, a miles de estudiantes en diferentes partes de la geografía universal.  

El programa no es nuevo, lo que sí es totalmente nuevo y distinto, la dimensión de su aplicación. Solo en los Estados Unidos, hasta el 2008, más de 700,000 estudiantes han estado tomando este tipo de cursos. Actualmente, los resultados son tan concretos y asombrosos que diversos líderes educativos del mundo lo han adoptado y aplicado. Así, un curso de ingeniería eléctrica en el MIT atrajo a 155,000 estudiantes en la primavera del año 2012. Y en Coursera, que alberga clases de 33 universidades diferentes, se han inscrito, en uno de sus cursos, 1,7 millones de personas de 189 países.

  Sebastian Thrun, de Stanford, recientemente, renunció a su puesto de profesor titular para iniciar Udacity, una empresa sin fines de lucro que ofrece cursos en ciencia, ingeniería y gerencia empresarial. Thrun, un científico de la inteligencia artificial y robótica que  encabezó el desarrollo de carros sin conductor de Google, tomó el riesgo, después de que 160.000 estudiantes se inscribieron en su clase de Introducción a la Inteligencia Artificial, de ofrecer educación gratis en línea en 2011. Ciento setenta de sus 200 estudiantes tradicionales prefieren los cursos virtuales de Thrun, en vez de las clases directas.

El ejemplo más extraordinario lo tenemos en  Salman Khan, graduado con máximos honores en matemáticas en MIT y en negocios en Harvard. Este empezó ayudando a su prima de 12 años, que tenía un examen de matemáticas. De ahí surgió la idea, y hasta ahora ha grabado más de 3.000 vídeos, en los que se explican diversos temas. El Dr. Khan pudo haber ganado más de 1,000 millones de dólares si su empresa hubiese sido con fines de lucro, pero prefirió crear una ONG con ocho millones de dólares que recibe de donaciones por año.

Durante los últimos dos años, los vídeos de Khan Academy  han sido vistos más de 200 millones de veces. El sitio es utilizado por seis millones de estudiantes y, en conjunto, han resuelto más de 750 millones de problemas. El material que se ofrece, sin costo,  es parte del plan de estudios en 200.000 aulas de todo el mundo.

Después de atraer a cientos de miles de estudiantes, estos “cursos masivos abiertos en línea”,  que se aplican a la educación primaria, secundaria y universitaria, ahora buscan  la forma de determinar que los alumnos completen el curso aprobando sus exámenes de forma “honesta”. Pero ya ProctorU, fundada en 2009, inventó un importante software para evitar que los estudiantes cometan fraude.

El futuro de la educación mundial  se está construyendo en estos momentos. No tengo la menor duda que el aprendizaje en línea será la más importante innovación en la educación en los últimos 200 años.

El sector educativo está dirigido por dos distinguidas profesoras. Al presidente Danilo Medina y a ellas, les tocará determinar si continúan mejorando la educación de manera incremental, o subir a la enorme ola de la Revolución Tecnológica educativa, creando cambios extraordinarios en la sociedad dominicana. Si así lo hacen, le dejaran un hermoso legado a las nuevas generaciones.

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